El Banco Central Europeo (BCE) ha reafirmado que el uso de dinero en efectivo persistirá en la economía europea, incluso con el progreso en el desarrollo del euro digital. Esta postura ha sido comunicada por Piero Cipollone, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, quien destacó que la nueva divisa digital no pretende sustituir al dinero físico, sino complementarlo.
El euro digital como complemento, no reemplazo
Cipollone hizo hincapié en que el objetivo principal del euro digital es preservar la autonomía de los pagos en la zona euro. Esto implica que la moneda digital funcionará como una alternativa adicional, sumándose a las opciones de pago existentes y no desplazando al efectivo.
La visión del BCE es que ambas formas de dinero, físico y digital, convivan para ofrecer mayor diversidad y seguridad en las transacciones para ciudadanos y empresas. La institución busca garantizar que los usuarios tengan la libertad de elegir el método de pago que mejor se adapte a sus necesidades, manteniendo la estabilidad y la privacidad en el sistema financiero.