El auge de las blockchains propietarias en el ecosistema cripto
En el vertiginoso mundo de las finanzas digitales, la creación de blockchains dedicadas se ha convertido en una tendencia creciente, particularmente para el sector de las stablecoins y la tokenización de activos del mundo real (RWA). Ejemplos recientes incluyen el anuncio de Arc por parte de Circle, emisor de la stablecoin USDC, y el desarrollo de Tempo por Stripe en colaboración con Paradigm.
Esta inclinación hacia infraestructuras de cadena de bloques propias no es una novedad aislada; diversas empresas emergentes como Plasma y Stable también han captado inversiones significativas para desarrollar redes específicas orientadas a stablecoins como USDT. El interés se extiende a actores clave en la tokenización, con Securitize trabajando en Converge junto a Ethena, el futuro lanzamiento de una cadena interna por parte de Ondo Finance, y el anuncio de Dinari sobre una red de capa 1 basada en Avalanche para la liquidación y compensación de acciones tokenizadas.
La adopción de stablecoins y RWA tokenizados está en pleno auge, proyectándose como clases de activos que podrían alcanzar valoraciones de billones de dólares en el futuro cercano. Las stablecoins se perfilan como un catalizador para la transformación de los pagos transfronterizos, mientras que la tokenización promete democratizar el acceso a instrumentos financieros tradicionales como bonos, fondos y acciones, permitiendo operaciones continuas y liquidaciones más rápidas a través de la tecnología blockchain.
La ventaja estratégica de las L1 propietarias para emisores de activos
Actualmente, la vasta mayoría de estos activos digitales se gestionan y liquidan en blockchains públicas como Ethereum, Solana o Tron. Si bien estas redes ofrecen un alcance global y liquidez, también imponen ciertas restricciones a los emisores.
Según Martin Burgherr, director de clientes de Sygnum, un banco cripto, la decisión de construir una cadena de bloques de capa 1 (L1) propia va más allá de la mera tecnología; es una cuestión de control estratégico y posicionamiento competitivo. Para los emisores de stablecoins, donde la economía se define por la velocidad de liquidación, la interoperabilidad y la alineación regulatoria, tener la propiedad de la base permite:
- Integrar directamente mecanismos de cumplimiento y regulaciones específicas (como KYC).
- Incorporar motores de divisas.
- Garantizar tarifas predecibles en las transacciones.
Existe también un componente defensivo significativo. Burgherr enfatiza que la dependencia de blockchains de terceros expone a los emisores a volatilidad en las tarifas, decisiones de gobernanza externas y posibles cuellos de botella técnicos. Al poseer su propia L1, las organizaciones pueden mitigar estos riesgos.
Morgan Krupetsky, vicepresidenta de crecimiento de ecosistemas en Ava Labs, señala que las cadenas personalizadas otorgan a las empresas la capacidad de:
- Emitir sus propios tokens de gas.
- Controlar los costos de las transacciones.
- Proteger el rendimiento de la red de actividades externas que podrían saturarla.
Cada vez más, las blockchains se consolidan como la “oficina intermedia y de back-office” de las operaciones corporativas, impulsando transacciones internas, mientras que las aplicaciones orientadas al usuario pueden distribuirse en diversas cadenas.
“La idea de que una empresa sea dueña y personalice su infraestructura blockchain de extremo a extremo es cada vez más atractiva”, comenta Krupetsky.
Desde una perspectiva económica, Guillaume Poncin, director de tecnología de la plataforma de desarrollo web3 Alchemy, argumenta que la oportunidad de ingresos derivada de poseer la capa de liquidación superará los márgenes tradicionales del procesamiento de pagos. Las nuevas cadenas ofrecen un control ampliado y la capacidad de integrar verificaciones de conocimiento del cliente (KYC) y otras innovaciones directamente a nivel de protocolo.
Si bien las L1 ofrecen personalización total, los rollups (soluciones de escalado de capa 2) sobresalen por su implementación más rápida y seguridad inherente. En ambos casos, la compatibilidad con la Máquina Virtual de Ethereum (EVM) facilita enormemente la integración con otras blockchains y acelera la adopción.
Impacto potencial en las blockchains existentes
Es prematuro determinar el impacto a largo plazo de estas nuevas cadenas en las infraestructuras de blockchain ya establecidas. Sin embargo, analistas sugieren que algunas redes podrían sentir la presión competitiva antes que otras.
Un informe reciente de analistas de Coinbase, liderado por David Duong, indicó que Arc de Circle y Tempo de Stripe están dirigidas a pagos de alto rendimiento y bajas comisiones, un nicho donde Solana (SOL) ya tiene una posición fuerte. Por otro lado, Ethereum, con su base de usuarios predominantemente institucional, es menos propenso a sufrir una disrupción inmediata.
El proceso para que estas nuevas iniciativas atraigan a los usuarios y la liquidez podría llevar años, como advierte Burgherr de Sygnum. “Los nuevos participantes necesitarán no solo tecnología, sino también años de construcción de confianza para desviar la liquidez más profunda y los pagos de mayor valor de los rieles existentes”, afirma. Las instituciones financieras valoran la seguridad probada, la integración de la custodia y la resiliencia en situaciones de estrés real.
Por estas razones, “Ethereum sigue siendo el ‘Fort Knox’ institucional, consolidando su reputación como una plataforma robusta y segura para el movimiento de valor entre grandes entidades”, concluye Burgherr.