El precio de Bitcoin (BTC) experimentó una significativa disminución el jueves, retrocediendo por debajo de la marca de los $119,000. Este movimiento bursátil se produjo tras laclaración pública del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, que desestimó la posibilidad de adquirir nuevos bitcoins para sus reservas estratégicas.
La jornada comenzó con una tendencia alcista para la criptomoneda líder, que alcanzó un máximo intradiario cercano a los $124,120. Sin embargo, el anuncio del Tesoro generó un cambio abrupto en el sentimiento del mercado, revirtiendo las ganancias y empujando a Bitcoin a niveles cercanos a los $118,550 en las últimas horas de la sesión de negociación.
El Tesoro descarta nuevas compras de Bitcoin para sus reservas
La volatilidad se acentuó en los mercados de criptomonedas, con segmentos del mercado de futuros de criptoactivos experimentando liquidaciones forzadas como consecuencia de la venta masiva. La noticia clave que desencadenó esta reacción fue la confirmación por parte del secretario del Tesoro, Scott Bessent, de que el gobierno estadounidense no realizará nuevas compras de Bitcoin para sus reservas.
En declaraciones a Fox Business, Bessent explicó que las futuras adiciones a estas reservas provendrán exclusivamente de activos confiscados. “No vamos a comprar eso”, afirmó Bessent, enfatizando además que el Tesoro detendrá la venta de las tenencias que ya posee. El secretario estimó el valor actual de las reservas de Bitcoin del Tesoro entre $15 mil millones y $20 mil millones.
Estas declaraciones contrastan con una directriz anterior emitida por el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien había solicitado planes de crecimiento de las tenencias estratégicas de Bitcoin que fueran fiscalmente neutrales. La postura actual del Tesoro representa una clarificación del enfoque gubernamental en cuanto a la gestión y expansión de sus activos digitales.
Reacción del mercado y fluctuaciones de precios
La respuesta del mercado a las palabras de Bessent fue inmediata y pronunciada. Se reportó que la venta masiva erradicó una porción significativa de las ganancias acumuladas durante la jornada del jueves. Gráficos de trading mostraron una caída de Bitcoin desde aproximadamente $121,050 a $117,201 en el lapso de una hora, mientras que otros puntos de datos señalaron un mínimo cercano a los $118,460.
Las plataformas de intercambio de criptomonedas registraron una ola de liquidaciones estimada en cerca de $450 millones en el mismo período. Los analistas y operadores atribuyeron este cambio repentino a la claridad en la política. Muchos inversores habían anticipado un posible programa de recompra por parte del gobierno, lo que había contribuido al optimismo previo en el mercado. Sin embargo, estas expectativas se desvanecieron tras los comentarios del secretario Bessent.
Señales macroeconómicas y los ingresos arancelarios
El secretario Bessent también vinculó algunos planes de balance a un aumento en la recaudación de aranceles. Según sus declaraciones, julio generó casi $30 mil millones en ingresos arancelarios. Bessent sugirió que los ingresos arancelarios anuales podrían superar una proyección anterior de $300 mil millones, una cifra que, según él, podría ayudar a financiar otras estrategias de activos.
El momento de sus comentarios coincidió con la publicación de datos económicos en EE. UU. que mostraron un aumento del Índice de Precios al Productor (IPP) del 3.3% anual y del 0.9% mensual para julio. Estos números se suman al panorama económico general que los inversores están monitoreando de cerca, contribuyendo a la complejidad de las decisiones de inversión.
La directriz del secretario del Tesoro de utilizar activos confiscados para aumentar la reserva de Bitcoin marca un cambio en el modelo de financiación, alejándose de las compras directas por parte del Tesoro. Esto implica que cualquier aumento futuro en las reservas será gradual y dependerá de las recuperaciones de las fuerzas del orden, en lugar de adquisiciones en el mercado abierto.
Los participantes del mercado han señalado que esta postura del gobierno elimina a un comprador predecible y significativo del mercado, lo que puede amplificar la magnitud de las fluctuaciones de precios en períodos cortos, un patrón que se observó claramente durante la jornada del jueves. La decisión subraya la creciente influencia de las políticas gubernamentales en la dinámica de los mercados de criptoactivos.