El requisito de Musk para Bitcoin y la controversia energética
Elon Musk, CEO de Tesla, reavivó recientemente el debate sobre el consumo energético de Bitcoin, enfatizando su anterior promesa de que Tesla volvería a aceptar pagos en BTC una vez que al menos el 51 % de su minería se abasteciera de fuentes de energía limpias o bajas en carbono. Su frase: «No se puede fingir la energía», resuena en un contexto donde la sostenibilidad es una preocupación creciente. No obstante, a pesar de que los datos más recientes sugieren que la red Bitcoin podría haber superado este umbral, Tesla no ha restablecido la opción de pago con BTC. Esta situación plantea interrogantes sobre los criterios exactos y los factores adicionales que influyen en esta decisión.
¿Ha superado Bitcoin el “umbral verde” de Musk?
Según el informe de la Industria de Minería Digital del Cambridge Centre for Alternative Finance (CCAF) de 2025, aproximadamente el 52.4 % de la actividad de minería de Bitcoin encuestada se alimenta ahora de energía sostenible. Este porcentaje se desglosa en un 42.6 % proveniente de fuentes renovables (hidroeléctrica, eólica, solar, entre otras) y un 9.8 % de energía nuclear u otras fuentes bajas en carbono. Paralelamente, la contribución de los combustibles fósiles ha experimentado cambios, con un aumento del gas natural al 38.2 % (desde un ~25 % en 2022) y una disminución del carbón al 8.9 % (desde un ~36.6 %).
Si se interpreta literalmente la promesa de Musk, Bitcoin podría haber excedido el límite del 51 % de energía sostenible, al menos según la encuesta del CCAF, que abarca aproximadamente el 48 % de la capacidad global de minería. Sin embargo, existen matices importantes:
- Definición de “sostenible”: Musk ha usado indistintamente “50 % renovable” y “51 % de energía que no se puede fingir”. El CCAF combina renovables y nuclear, mientras que el porcentaje de fuentes puramente renovables es menor (42.6 %). Esto podría significar que Bitcoin aún no cumple con la definición más estricta de Musk.
- Metodología de la encuesta: El enfoque del CCAF se basa en encuestas y cubre solo un subconjunto de mineros. Operaciones fuera de la red, energías renovables no aprovechadas, particularidades regionales y desajustes temporales (entre la producción de renovables y la demanda de minería) complican el panorama general.
- Modelos alternativos: Otros modelos, que emplean la intensidad de carbono de la red o el rastreo energético, suelen ofrecer estimaciones más conservadoras de la participación renovable. Esta divergencia genera debate sobre la validez de un “cumplimiento” nominal.
¿Por qué Tesla no ha reactivado los pagos con Bitcoin?
A pesar de que Bitcoin podría cumplir con el criterio de sostenibilidad de Musk, Tesla no ha restablecido los pagos. Diversos obstáculos pragmáticos y simbólicos persisten:
- Debida diligencia y tendencia: Musk manifestó previamente que Tesla reanudaría los pagos solo si observaba un uso “razonable (~50 %) de energía limpia… y una tendencia hacia el aumento de esa cifra”. Esto sugiere que busca una persistencia verificada, no solo un dato puntual. Un solo informe con 52 % de energía sostenible podría no satisfacer su requisito de una tendencia ascendente sostenida.
- Claridad en la definición: Tesla necesita determinar si “sostenible” incluye fuentes nucleares y bajas en carbono, o exclusivamente renovables como hidroeléctrica, eólica y solar. La combinación de estas categorías en los datos del CCAF contrasta con el énfasis de Musk en las “renovables” en sus declaraciones iniciales. Sin una definición universalmente aceptada, cualquier decisión podría ser interpretada como greenwashing (ecoblanqueo).
- Riesgo comercial y de mercado: Aceptar Bitcoin expone a Tesla a la volatilidad de precios, complejidades contables y posibles complicaciones regulatorias. Incluso si la empresa convierte los BTC a fiat de inmediato, las fluctuaciones entre el momento del pedido y la liquidación introducen incertidumbre financiera que podría no compensar el esfuerzo, especialmente para un fabricante de automóviles con márgenes ajustados.
- Imagen de marca y opiniones públicas: La reputación de Tesla se cimenta en su credibilidad ambiental. Un retroceso, por mínimo que sea, en el perfil energético de Bitcoin, podría generar críticas de inversores y clientes con conciencia ESG (Ambiental, Social y de Gobernanza). La empresa podría preferir la cautela para evitar nuevas críticas si la minería vuelve a inclinarse hacia regiones con alta dependencia de combustibles fósiles.
- Integración operativa: Para reactivar los pagos con Bitcoin, Tesla debería reconstruir la infraestructura de billeteras, los flujos de transacciones y los mecanismos de conversión. Esto requiere recursos de ingeniería y aprobaciones internas, pasos que son significativos para un fabricante global que gestiona múltiples lanzamientos de productos e iniciativas de software.
En conjunto, estos elementos sugieren que superar el umbral del 51 % de energía renovable no es suficiente por sí solo. Para Musk, la prueba parece ser tanto una cuestión de confianza, coherencia y percepción, como de datos puros. Hasta que estos factores se alineen, es probable que la página de pagos de Tesla permanezca sin criptomonedas.
Implicaciones para la adopción de Bitcoin
Desde una perspectiva narrativa, el reenganche de Musk tiene una influencia considerable. Si Bitcoin puede demostrar de manera creíble una combinación energética más limpia y grandes empresas como Tesla comienzan a transaccionar nuevamente, reforzaría una narrativa de mayor sostenibilidad para las criptomonedas. No obstante, el estado actual de Tesla, a pesar de los avances en la sostenibilidad de Bitcoin, sugiere que Musk considera su promesa como condicional, no automática. La prueba se relaciona tanto con la imagen, el control de riesgos y la narrativa como con las métricas simples.
Por ahora, el supuesto estatus de “más del 51 % sostenible” de Bitcoin ofrece una refutación convincente a sus críticos. Sin embargo, hasta que los pagos regresen, sigue siendo más una victoria simbólica que una conquista comercial.