Evaluar la relación entre el precio de Bitcoin y los indicadores macroeconómicos es crucial para identificar tendencias a largo plazo en el mercado de criptoactivos. Nuevos análisis sugieren que monitorear los balances de los bancos centrales ofrece una perspectiva más profunda que centrarse únicamente en la oferta monetaria global M2.
Sin embargo, el panorama macroeconómico es más complejo de lo que las gráficas pueden indicar. Expertos en el campo aportan su visión sobre los factores interconectados que influyen en esta dinámica.
¿Qué indica la correlación entre la liquidez global de los bancos centrales y el precio de bitcoin?
Un estudio reciente de Alphractal señala que la liquidez inyectada por los bancos centrales fluye hacia la economía —hacia acciones, oro y criptomonedas— a un ritmo significativamente más rápido que el de la oferta monetaria global M2. Por ello, la comparación de los datos de liquidez de los bancos centrales con el precio de Bitcoin revela una correlación directa y relevante.
Los datos muestran que la liquidez global de los bancos centrales fluctuó entre 28 y 31 billones de dólares desde 2023 hasta 2025, atravesando cuatro ciclos de expansión y contracción. En cada ocasión que la liquidez aumentó, Bitcoin experimentó un ascenso aproximadamente dos meses después.
Alphractal explica: “La liquidez global de los bancos centrales tiende a aumentar antes que BTC. Usualmente, cuando la liquidez está en su fase final de declive, BTC entra en un período de movimiento lateral. En otras palabras, los bancos centrales inyectan dinero primero, y parte de esa liquidez migra posteriormente hacia activos de riesgo, como BTC.”
Esta observación ayuda a comprender las fluctuaciones de Bitcoin entre 100,000 y 120,000 dólares en el tercer trimestre, dado que la liquidez se ha estabilizado por debajo de los 30 billones de dólares.
Ampliando el gráfico desde 2020, el analista Quinten destacó que el ciclo de cuatro años de Bitcoin se alinea estrechamente con el ciclo de liquidez de cuatro años. Estos hallazgos refuerzan el papel crítico que tienen las inyecciones de liquidez de los bancos centrales en el rendimiento de los activos, incluyendo Bitcoin. Además, sugieren la posible emergencia de un nuevo ciclo de liquidez en los próximos cuatro años.
El crecimiento de la deuda estadounidense supera las señales de liquidez
Jamie Coutts, analista jefe de criptomonedas en Realvision, aporta una nueva dimensión a la discusión. Según Coutts, el estrés financiero podría materializarse si la deuda continúa aumentando más rápido que la liquidez, lo que aumentaría la fragilidad de los mercados. Describe la liquidez global como una máquina en constante refinanciación, en la que la deuda se expande a un ritmo mayor que el crecimiento económico. Para evitar un colapso, la liquidez debe mantener el ritmo.
En Estados Unidos, el crecimiento de la deuda superando la liquidez ya indica un riesgo sistémico. El gráfico de Coutts muestra que la relación entre liquidez y deuda estadounidense ha caído a niveles críticos. “Cuando la relación es alta, el exceso de liquidez alimenta la inflación. Cuando es baja, surgen presiones de financiación y los activos de riesgo se vuelven vulnerables. ¿Y qué? Esto no significa que el ciclo haya terminado. Pero sí indica fragilidad”, afirma Jamie Coutts.
El multimillonario Ray Dalio también percibe esta fragilidad. Dalio advirtió que la deuda pública de Estados Unidos ha alcanzado niveles peligrosos y podría desencadenar un “ataque cardíaco económico” en los próximos tres años. Predice que las criptomonedas con una oferta limitada podrían convertirse en alternativas atractivas si el dólar estadounidense se deprecia.
Mientras que las observaciones de Alphractal se centran principalmente en patrones históricos recurrentes, Jamie Coutts y Ray Dalio enfatizan las diferencias actuales. A pesar de estas visiones contrastantes, Bitcoin mantiene una posición única. Los expertos aún argumentan que el impacto de estas fuerzas podría ser positivo para BTC.