Arthur Hayes y la reinvención del sistema de reservas
Arthur Hayes, prominente figura en el ámbito de los activos digitales, ha situado a Bitcoin como el beneficiario principal de lo que describe como un ineludible ciclo de impresión monetaria por parte del Banco Central Europeo (BCE). Esta situación, según Hayes, será precipitada por el deterioro de la posición financiera de Francia, una significativa fuga de capitales y el estancamiento político. Su ensayo, titulado «Bastille Day» y fechado el 2 de octubre de 2025, no solo aborda la fractura que atraviesa el euro, sino que la enmarca dentro de una reconfiguración más amplia de los activos de reserva, que posiciona a BTC como un instrumento portátil e inexpugnable, fuera del control de las instituciones de la Eurozona.
Hayes sostiene que el colapso gradual del Estado francés es una señal clara para desinvertir en euros y adquirir Bitcoin. Su argumento se sintetiza en una disyuntiva: o el BCE interviene ahora, financiando implícitamente el sistema de bienestar francés, o lo hará más adelante, cuando los controles de capital franceses amenacen la existencia misma del euro. En cualquiera de los escenarios, Hayes prevé una emisión masiva de billones de euros, lo que consecuentemente reforzaría el valor de Bitcoin como activo escaso y resistente a la inflación.
Francia, el euro y la consolidación de Bitcoin como escape
Para Hayes, Bitcoin no es un activo especulativo de riesgo, sino una reserva neutral que se opone directamente a la devaluación de la moneda fiduciaria y a los controles de capital. Propone una estrategia sencilla para los ahorradores de la Eurozona: la adquisición de Bitcoin como una cobertura inmediata. Subraya que la facilidad de convertir saldos bancarios en euros a Bitcoin a través de un exchange en cuestión de minutos convierte a este último en la mejor opción para preservar la libertad financiera en tiempos de incertidumbre.
Esta tesis se apoya en un análisis detallado del déficit TARGET2 de Francia y su dependencia de acreedores extranjeros. Hayes apunta que el 59% de los bonos del gobierno francés (OAT) con vencimiento superior a un año y el 70% de la deuda bancaria francesa a largo plazo están en manos de entidades extranjeras. Esta fragilidad en la base de financiación hace que, en caso de que estos bonos sufran recortes o haya una retirada masiva de capital extranjero, la respuesta del BCE sea una inyección de liquidez de gran magnitud y rapidez. Estima que, para evitar la insolvencia del sistema bancario de la UE, el BCE podría llegar a imprimir hasta 5.02 billones de euros.
La migración de depósitos y su impacto en la demanda de BTC
El mecanismo central que, según Hayes, vincula el estrés financiero de Francia con la demanda de BTC es la aceleración de la migración de depósitos a través de los sistemas de liquidación de la zona euro. Observa un cambio significativo en los saldos TARGET nacionales desde 2020, que sugiere una creciente desconfianza de los ahorradores franceses en la seguridad de sus euros dentro del sistema bancario nacional. Una vez que esta confianza se ve comprometida, la búsqueda de opciones se orientará hacia activos escasos y de auto-custodia.
Hayes refuerza la idea de que los euros serían canalizados hacia Bitcoin y el oro, considerándolos los únicos dos activos duros que cualquier inversor prudente adquiriría en tal coyuntura. Reitera que Bitcoin, por su naturaleza descentralizada e inmutable, se mantendrá impasible ante la devaluación del euro, continuando su ascenso inexorable.
Diferentes escenarios, un mismo resultado: Bitcoin al alza
La perspectiva de Hayes se mantiene constante ante diversas contingencias. Si el BCE retuviese su apoyo en un intento de disciplinar a París, esperaría un empeoramiento del estrés bancario y una aceleración de la fuga de capital, lo que resultaría en una mayor demanda de BTC. Si, por el contrario, el BCE capitula rápidamente, la expansión del balance monetario devaluará la unidad de cuenta, también impulsando el valor de Bitcoin. En ambos escenarios, el BCE, en su afán por mantener su razón de ser, recurrirá a la impresión masiva de dinero.
Hayes vaticina un día glorioso para los defensores de Bitcoin, ya que la combinación de euros, dólares, yuanes y yenes impresos contribuiría a un aumento exponencial de su precio. Incluso un hipotético escenario de salida de Francia de la Eurozona y una devaluación del franco, según Hayes, no alteraría el destino final, solo cambiaría el canal a través del cual la política monetaria redistribuiría las pérdidas. Advierte a los ciudadanos franceses que aún poseen activos financieros nacionales que tienen tiempo para escapar, pero que la capacidad de retirar grandes cantidades de efectivo, transferir euros fuera del sistema bancario francés o comprar Bitcoin y oro se verá limitada una vez que se implementen los controles de capital.
Estimaciones de impacto y la urgencia del flujo de capital
Para cuantificar la magnitud de estos movimientos, Hayes proporciona estimaciones direccionales que priorizan la velocidad sobre la precisión. Señala que los depósitos bancarios nacionales franceses totalizaban 2.6 billones de euros en julio de 2025, y proyecta que un 25% de este capital (650 mil millones de euros) podría retirarse en pocos días. Aplicando una lógica similar a los 3.45 billones de dólares en acciones y 3.25 billones en bonos del gobierno, sugiere que cientos de miles de millones, o incluso billones de dólares, podrían abandonar rápidamente Francia para refugiarse en Bitcoin y el oro si el capital doméstico se asusta. A pesar de reconocer la imprecisión de estas estimaciones, Hayes enfatiza que la urgencia del flujo de capital, más que la aritmética exacta, es lo que importa para la convexidad alcista de BTC cuando los sistemas fiduciarios tambalean.
El control institucional frente a la estabilidad monetaria
El análisis político es fundamental para la tesis de Hayes sobre Bitcoin. Retrata al BCE como una entidad que prioriza el control institucional sobre la estabilidad monetaria. Esta preferencia, paradójicamente, intensifica la necesidad de un eventual rescate. El excesivo enfoque del BCE en el control de Europa, según Hayes, acelera la migración de depósitos cuando la financiación francesa se debilita, forzando una impresión monetaria aún mayor en el futuro. De nuevo, el ciclo cierra con la misma recomendación: «Venda euros y compre Bitcoin».
Para los lectores fuera de Europa, la guía de Hayes es universal: el motor es la creación monetaria global, no la arquitectura bancaria local. Aconseja evitar los activos financieros europeos y, en su lugar, adquirir Bitcoin para capitalizar las ganancias a medida que la impresión de dinero fiduciario impulse su valor. Para aquellos dentro del bloque, la clave es el tiempo antes de que se impongan posibles restricciones. Hayes advierte que, si bien aún no existen controles de capital domésticos en Francia, la libertad para escapar a través de la compra de Bitcoin disminuirá drásticamente cuando estos se implementen.