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El Banco de Inglaterra flexibiliza límites a stablecoins para impulsar la innovación fintech

El Banco de Inglaterra recalibra su estrategia sobre stablecoins

El Banco de Inglaterra (BoE) ha anunciado planes para introducir exenciones significativas a los límites previamente propuestos para la tenencia de stablecoins por parte de entidades corporativas. Esta decisión surge como respuesta a la fuerte oposición del sector de activos digitales y al creciente temor de que el Reino Unido pierda competitividad frente a jurisdicciones más avanzadas en la regulación de estos activos, como Estados Unidos.

Según un informe de Bloomberg, que cita a fuentes cercanas a los movimientos del banco central, estas flexibilizaciones buscan encontrar un equilibrio entre la promoción de la innovación tecnológica y la salvaguarda de la estabilidad financiera. La medida es un claro indicio de la intención del BoE de adaptar su marco regulatorio a la dinámica global y a la evolución del panorama financiero digital.

Las stablecoins, que son criptoactivos diseñados para mantener un valor estable mediante su vinculación a una divisa fiduciaria o a una cesta de activos, se perfilan como elementos transformadores en el ecosistema de pagos. Con proyecciones que sugieren que podrían procesar más de 50 billones de dólares en transacciones anuales para 2030, según Bloomberg Intelligence, su potencial para optimizar los sistemas de pago actuales es innegable. Aunque el BoE ha expresado históricamente cautela sobre su impacto en la confianza en el dinero, su postura reciente denota una apertura a reconocer sus beneficios.

Antecedentes de las propuestas regulatorias y la reacción de la industria

El mes pasado, el Banco de Inglaterra presentó un marco regulatorio inicial que imponía límites estrictos a las tenencias de stablecoins: 20.000 libras (aproximadamente 26.800 USD) para individuos y 10 millones de libras (cerca de 13.4 millones USD) para empresas. Estas cifras generaron un considerable descontento entre los actores de la industria, quienes las calificaron de impracticables y potencialmente perjudiciales para la posición del Reino Unido como centro financiero global.

Andrew Bailey, gobernador del BoE, había expresado previamente su preocupación en julio, advirtiendo sobre las posibles amenazas a la estabilidad financiera que las stablecoins podrían representar y desaconsejando su desarrollo por parte de bancos globales. Sin embargo, en un giro notable, un artículo de opinión reciente en el Financial Times mostró un tono más conciliador. Bailey reconoció el potencial de las stablecoins para impulsar la innovación tanto en pagos nacionales como transfronterizos, aunque enfatizó la necesidad de que cumplan con condiciones rigurosas para asegurar la confianza pública.

Líderes de la industria, como Sean Kiernan, CEO de Greengage, una firma británica, han sido enfáticos sobre la ventaja que tienen otras jurisdicciones. Kiernan señaló que “Estados Unidos ya cuenta con un marco sólido para stablecoins, ofreciendo a los emisores la certeza para construir y escalar. Si el Reino Unido tarda un año más, la liquidez, el talento y la inversión se dirigirán a Nueva York en lugar de Londres”. Este sentimiento subraya la urgencia de una regulación bien pensada y ágil.

El panorama regulatorio internacional

La competencia por atraer la innovación en el ámbito de las stablecoins es palpable a nivel global. La administración estadounidense, con la aprobación de iniciativas como el GENIUS Act, ha establecido un marco para stablecoins respaldadas en dólares, lo que, a su vez, fortalece la demanda de bonos del Tesoro. En Asia, Hong Kong también implementó regulaciones específicas para estos activos en agosto. La Unión Europea, por su parte, ya cuenta con el ambicioso marco normativo MiCA (Markets in Crypto-Assets), que regula de manera integral el mercado de criptoactivos, incluidas las stablecoins, ofreciendo un entorno de mayor certeza jurídica a las empresas.

Detalles de las próximas exenciones y su alcance

Para abordar las preocupaciones manifestadas por el sector, el BoE implementará exenciones que permitirán a empresas con necesidad de manejar grandes volúmenes de stablecoins, como los criptointercambios, operar bajo un esquema más flexible. Además, se habilitará el uso de stablecoins como activos de liquidación dentro del Digital Securities Sandbox, un entorno experimental diseñado para valores digitales. Inicialmente, este Sandbox operará con stablecoins reguladas vinculadas a divisas no esterlinas.

Adicionalmente, el banco central británico reevaluará sus propuestas iniciales para permitir que stablecoins sistémicas, aquellas utilizadas en volúmenes significativos en pagos minoristas, puedan mantener una porción de sus reservas en instrumentos financieros de alta calidad, como bonos gubernamentales a corto plazo. Esta medida busca alinear la regulación con las prácticas financieras tradicionales al tiempo que se reconoce la especificidad de los activos digitales.

Como estrategia complementaria, el BoE y UK Finance están fomentando activamente los depósitos tokenizados, que son representaciones digitales de reclamaciones sobre bancos comerciales basadas en tecnología blockchain. Estos depósitos ofrecen ventajas significativas en la reducción de fraudes y la aceleración de transacciones, promoviendo una integración más profunda de la tecnología blockchain en la banca tradicional.

Impacto y perspectivas para el ecosistema cripto en el Reino Unido

Las exenciones propuestas por el Banco de Inglaterra representan un cambio de paradigma hacia una postura más acomodaticia y un reconocimiento del potencial transformador de las stablecoins. Permitirán al BoE observar directamente cómo operan las stablecoins en aplicaciones mayoristas a través del Sandbox, facilitando un enfoque regulatorio basado en la evidencia.

Sin embargo, la demora en la adopción de un marco regulatorio integral en comparación con jurisdicciones como Estados Unidos y la Unión Europea podría significar un rezago en la atracción de inversión y talento. Datos de DefiLlama revelan que, si bien el mercado global de stablecoins supera los 300 mil millones de dólares, con más del 90% vinculado al dólar estadounidense, los tokens atados a la libra esterlina apenas alcanzan los 581.000 dólares. Esta disparidad resalta la necesidad de que el Reino Unido actúe con celeridad para desarrollar un mercado robusto para las stablecoins en libras esterlinas.

Con la consulta pública programada para diciembre, la industria espera que estas flexibilizaciones aseguren que Londres mantenga su posición como un hub financiero y tecnológico relevante, y que las stablecoins actúen como un puente efectivo entre las finanzas tradicionales y las digitales.