En una reciente entrevista con CoinDesk, Charles Hoskinson, el visionario fundador de Cardano, ha reavivado su prolongada crítica sobre la sostenibilidad a largo plazo de la red Ethereum. Según Hoskinson, la creciente dependencia de Ethereum en los rollups y las capas de escalado externas ha creado un conjunto de incentivos económicos que, en última instancia, podrían socavar la cadena base.
Aunque reconoce los avances tecnológicos de Ethereum, Hoskinson sostiene que, como proyecto de ledger de propósito general para contratos inteligentes, Ethereum ha fomentado un ecosistema que “lentamente pero con seguridad la devorará”. Esta declaración pone de manifiesto una preocupación fundamental sobre cómo la evolución de Ethereum podría afectar su propia viabilidad. La entrevista profundiza en este análisis, señalando puntos clave sobre la redistribución del valor y la actividad dentro del ecosistema de las criptomonedas.
¿Por qué ethereum enfrenta un desafío fundamental según Hoskinson?
Hoskinson explica que el problema central reside en la desalineación de incentivos entre la Capa 1 (L1) de Ethereum y su creciente constelación de Capas 2 (L2). “Para mejorar Ethereum, han tenido que adoptar las capas dos”, afirma. Sin embargo, en su opinión, “las capas dos no son aliados fuertes… son socios por necesidad”.
Desde la perspectiva de Hoskinson, los equipos detrás de los rollups y otras soluciones L2 “no se preocupan particularmente si están conectados a Solana o si se convierten en una capa uno”. Esto implica que si se presentan mejores condiciones económicas o un crecimiento de usuarios más atractivo en otras plataformas, “simplemente podrían migrar o volverse multicadena”. Además, señala que las nuevas aplicaciones y la liquidez ya están surgiendo “fuera del ecosistema de Ethereum”, mermando los efectos de red históricos que la blockchain ha consolidado.
Hoskinson enfatiza que si las L2 “están acaparando el volumen de transacciones y acaparando los usuarios y acaparando la apreciación del token, si hay un objetivo más atractivo, simplemente podrían migrar o volverse multicadena”. Este fenómeno, añade, ya es visible con proyectos como LayerZero y Espresso, lo que subraya la fragilidad de la lealtad dentro de un ecosistema en constante evolución.
Factores externos que aceleran la erosión de ethereum
Hoskinson argumenta que esta erosión se acelerará debido a la confluencia de dos fuerzas externas significativas. El primero es el resurgimiento de las finanzas descentralizadas (DeFi) en el ecosistema de Bitcoin, al que describe como un “gigante dormido”. Predice que este sector podría atraer “cientos de miles de millones” en valor total bloqueado (TVL) una vez que se establezcan primitivas robustas como stablecoins, DEXs y plataformas de préstamos con garantías de seguridad creíbles.
“Cuando Bitcoin despierte… su TVL será… mayor que la capitalización de mercado de Ethereum”, enfatiza Hoskinson, destacando que entidades soberanas y grandes gestores de activos probablemente preferirán construir sobre una exposición a Bitcoin debido a su seguridad y su reconocida estabilidad. Este cambio representaría un desafío directo a la posición dominante de Ethereum en el espacio DeFi.
El segundo factor, según Hoskinson, es la inminente entrada de grandes plataformas tecnológicas y tradicionales instituciones financieras. Estas entidades desarrollarán su propia infraestructura, adyacente a las cadenas públicas, pero no económicamente dependiente de la capa base de Ethereum. Ejemplos como “Microsoft… Google… Amazon… no tienen ningún incentivo para impulsar Ethereum o desplegar sobre Ethereum”, argumenta, lo que indica una posible bifurcación de la innovación y la inversión hacia soluciones propietarias o interconectadas de manera diferente.
Progreso tecnológico y el futuro de las blockchains de estado compartido
En su análisis, Hoskinson también subraya que la evolución de la tecnología favorece soluciones que se alejan de las blockchains de estado compartido. A medida que las pruebas de conocimiento cero (ZK-proofs) y el “código transportable con prueba” (proof-carrying code) maduran, una parte cada vez mayor de la computación puede ejecutarse fuera de la cadena. Esto incluye entornos seguros, dispositivos personales o sistemas de computación multipartita (MPC), dejando a la cadena la tarea de verificar pruebas sucintas y eficientes.
“¿Por qué… gastar miles de millones de dólares al año manteniendo esta computadora muy débil que es compartida y replicada”, cuestiona Hoskinson, “cuando puedes convertirlo en un problema distribuido que se ejecuta en todas partes?” Esta visión sugiere un futuro donde las blockchains actúan más como capas de asentamiento y verificación que como entornos de ejecución computacional intensiva, optimizando los recursos y la eficiencia.
Comparando la situación de Ethereum con la de Microsoft en la era móvil, que perdió terreno por no adaptarse a tiempo y luego pivotó de la dominancia de Windows a servicios en la nube como Azure, Hoskinson sugiere que Ethereum podría necesitar “pivotar a un nuevo MacGuffin” para mantener su relevancia, incluso si permanece en la pila tecnológica.
Reconocimiento a pesar de las críticas
Es importante destacar que la evaluación de Hoskinson no es un desprecio absoluto hacia Ethereum. Reconoce sus logros, como “mantenerse al día”, invertir en rollups y tecnología de conocimiento cero, y construir un ecosistema “Goliath” que ha superado desafíos como problemas de financiación iniciales y la crisis de The DAO. “Han hecho cosas realmente increíbles”, admite, y reconoce la posibilidad de que “Ethereum podría pivotar… y volverse muy bueno en ese” nuevo rol.
La esencia de su escepticismo no radica en la competencia técnica de Ethereum, sino en su estructura fundamental. Desde su punto de vista, cuanto más éxito tengan los rollups, menos convincente se volverá la L1 como un centro económico vital. Esta postura reitera una visión que Hoskinson ya había expresado a principios de año, prediciendo que las L2 “absorberían todo el alfa” de Ethereum y que la red no sobreviviría “más de 10 a 15 años” sin un cambio estructural significativo.
Cardano y el futuro de defi con bitcoin
El análisis de Hoskinson también se vincula con las apuestas estratégicas de Cardano en el panorama cripto. Visualiza el DeFi centrado en Bitcoin como un objetivo de diseño regido por tres reglas fundamentales: seguridad derivada de Bitcoin, tarifas pagadas en Bitcoin y rendimientos obtenidos en Bitcoin. Para que esto funcione, Hoskinson argumenta que serán esenciales las cadenas compañeras y los puentes con confianza minimizada.
En este sentido, presenta el diseño de salida de transacción extendida (eUTXO) de Cardano y su sidechain de privacidad, Midnight, como infraestructuras preparadas para servir a este mercado emergente. Además, destaca su capacidad para ofrecer cumplimiento normativo con divulgación selectiva, una característica atractiva para las instituciones que buscan ingresar al espacio de los criptoactivos de manera regulada.
Al cierre de esta edición, el valor de ADA, el token nativo de Cardano, se situaba en 0.89 dólares, reflejando el interés continuo del mercado en el potencial de esta red y su visión estratégica.