El evento de liquidación más grande en la historia de las criptomonedas
El mercado de criptomonedas experimentó un evento de liquidación masiva que superó los 20.000 millones de dólares, marcando un hito preocupante para la industria. Jonathan Man, gestor principal de cartera en Bitwise Multi-Strategy Alpha Fund, describió este suceso como el episodio de liquidación más severo en la historia de las criptomonedas. La dramática contracción se produjo en medio de una repentina evaporación de la liquidez y un apalancamiento forzado generalizado, según un análisis detallado publicado por Man en la plataforma X.
Este colapso no solo generó pérdidas significativas, sino que también puso a prueba la infraestructura subyacente y los mecanismos de seguridad de numerosos exchanges y protocolos. Aunque el monto total de las liquidaciones es impactante, Man enfatizó que el verdadero impacto radicó en la capacidad de respuesta de los sistemas y en cómo los distintos actores del mercado gestionaron el estrés extremo. Esta coyuntura subraya la importancia de una comprensión profunda de la dinámica del mercado y los riesgos operativos inherentes a un ecosistema tan volátil.
La mecánica de los futuros perpetuos y su impacto
Los contratos de futuros perpetuos, conocidos coloquialmente como «perps», juegan un papel fundamental en el mercado de criptoactivos. Estos son contratos liquidados en efectivo sin fecha de vencimiento que buscan replicar el precio spot mediante mecanismos de financiación. La característica principal de los perps es que las ganancias y pérdidas se compensan con un pool de margen compartido. Esta estructura, si bien eficiente en condiciones normales, puede generar una necesidad apremiante de reasignar exposiciones durante períodos de alta volatilidad para mantener el equilibrio de los libros de órdenes en los exchanges.
Durante este colapso, la interconexión entre los futuros perpetuos y la liquidez del mercado se hizo evidente. La rápida disminución de la liquidez exacerbó el impacto de las liquidaciones, creando un círculo vicioso donde la falta de compradores y la necesidad de vender rápidamente amplificaron la caída de precios. Este fenómeno se vio agravado por el apalancamiento, que, aunque ofrece a los traders la posibilidad de amplificar sus ganancias, también eleva significativamente el riesgo de liquidación forzosa ante movimientos adversos del mercado.
Casos notables de caídas de precios y liquidaciones
El análisis de Jonathan Man reveló movimientos de precios extremos en varias criptomonedas. El Bitcoin (BTC), la criptomoneda más grande por capitalización de mercado, experimentó una caída del 13% en solo una hora, desde su pico hasta su punto más bajo. Sin embargo, las pérdidas fueron considerablemente más pronunciadas para los tokens de menor capitalización, conocidos como ‘long-tail tokens’. Un ejemplo extremo citado fue ATOM, que llegó a cotizar «prácticamente a cero» en algunas plataformas antes de mostrar una recuperación parcial.
Se estima que aproximadamente 65.000 millones de dólares en interés abierto fueron eliminados del mercado de futuros perpetuos, lo que devolvió el posicionamiento general a niveles no vistos desde julio. Este ajuste drástico no solo implicó pérdidas para muchos inversores, sino que también sugirió una limpieza significativa de posiciones apalancadas, sentando las bases para una posible estabilización a largo plazo. La velocidad y la magnitud de estas liquidaciones subrayan la naturaleza de alto riesgo y alta recompensa del trading con apalancamiento en el espacio cripto.
Métricas clave y mecanismos de seguridad activados
Más allá de las cifras de liquidación, Man enfatizó la importancia de la «plomería» interna de los mercados. Cuando la incertidumbre alcanza niveles críticos, los proveedores de liquidez reaccionan de diversas maneras: amplían los márgenes de sus cotizaciones, retiran capital para gestionar inventarios y riesgos, y las liquidaciones orgánicas dejan de ejecutarse a precios de bancarrota. En estas circunstancias, los exchanges a menudo recurren a herramientas de emergencia para salvaguardar la integridad del mercado y evitar un colapso total.
Entre los mecanismos de seguridad que entraron en juego, Man destacó la activación del desapalancamiento automático (ADL) en varios exchanges. Este sistema cierra forzosamente parte de las posiciones rentables de los contrapartes cuando no hay suficiente garantía en el lado perdedor para cubrir los pagos a los ganadores. Adicionalmente, se observó el papel de las denominadas «bóvedas de liquidez», como HLP de Hyperliquid, que se benefician al absorber flujos de activos en dificultades, comprando a precios muy bajos y vendiendo durante los repuntes de precios.
Resistencia de DeFi frente a la volatilidad en exchanges centralizados
El análisis de Man también arrojó luz sobre las diferencias en el rendimiento entre los exchanges centralizados y los protocolos de finanzas descentralizadas (DeFi) durante este episodio. Los exchanges centralizados mostraron las mayores distorsiones y una drástica reducción en la profundidad de sus libros de órdenes. Esto explica por qué los tokens de menor capitalización sufrieron caídas más severas en estas plataformas, en comparación con el Bitcoin o Ethereum (ETH), que suelen tener mayor liquidez.
En contraste, las liquidaciones en el ecosistema DeFi fueron notablemente más contenidas. Man atribuyó esta resiliencia a dos factores principales: en primer lugar, los principales protocolos de préstamos DeFi, como Aave o Morpho, suelen aceptar solo colateral «blue-chip» de alta calidad, como BTC y ETH. En segundo lugar, y crucial para el caso específico del colapso, la gestión del riesgo de ciertos activos. Por ejemplo, protocolos como Aave y Morpho implementaron una «codificación dura» del precio de USDe a 1 dólar, lo que limitó el riesgo de una cascada de liquidaciones, a pesar de que USDe se negoció significativamente por debajo de su paridad en exchanges centralizados debido a problemas de iliquidez.
Riesgos ocultos y oportunidades del mercado
Más allá de los traders direccionales, Jonathan Man resaltó la exposición oculta que enfrentan los fondos de arbitraje y otros actores neutrales al mercado. En jornadas como la del viernes, los riesgos operativos son prominentes: el correcto funcionamiento de los algoritmos de trading, la estabilidad de los exchanges, la precisión de las marcas de precios y la capacidad de mover el margen y ejecutar coberturas a tiempo se vuelven críticos. Man conversó con varios gestores que reportaron haber sorteado el evento sin mayores percances, aunque no descarta que equipos de trading de menor calibre hayan sufrido pérdidas significativas.
Otro aspecto interesante fue la amplia dispersión de precios entre diferentes plataformas, un indicativo de la iliquidez y la desconexión del mercado. En ocasiones, se observaron diferencias de más de 300 dólares entre Binance y Hyperliquid para el par ETH-USD. A pesar de la severidad del colapso, los precios se recuperaron de sus mínimos extremos, y la purga de posiciones apalancadas generó oportunidades para traders con capital disponible. Man concluyó que, con el interés abierto drásticamente reducido, los mercados entraron en el fin de semana con una base más sólida que el día anterior, sugiriendo un reinicio en el posicionamiento del mercado.