Contexto de la disputa millonaria entre Binance y el patrimonio de FTX
La industria de las criptomonedas se encuentra nuevamente bajo el escrutinio judicial, esta vez con Binance, uno de los exchanges de criptoactivos más grandes del mundo, como protagonista. La masa concursal de FTX ha iniciado una acción legal para recuperar un monto cercano a los 1.760 millones de dólares. Esta suma, según argumenta FTX Digital Markets Ltd., corresponde a una recompra de acciones realizada en 2021 que, presuntamente, se financió utilizando fondos de clientes y a través de Alameda Research.
El foco de la demanda se centra en la alegación de que Binance y su fundador, Changpeng Zhao (CZ), se beneficiaron de una transferencia fraudulenta en julio de 2021. Los activos involucrados en esta operación incluyen tokens FTT, BNB y BUSD. La parte demandante sostiene que Alameda Research, en aquel momento, era insolvente y recurrió de forma indebida a los fondos de los usuarios para ejecutar dicha transacción. Esta situación constituye la base de la reclamación por ‘clawback’ (recuperación de fondos) que busca la devolución de estos activos al patrimonio de FTX.
Argumentos de Binance: Cuestiones de jurisdicción y protecciones legales
Changpeng Zhao ha presentado una moción ante el tribunal de quiebras de Delaware el 4 de agosto de 2025, buscando la desestimación del caso. Su principal argumento se basa en la falta de jurisdicción del tribunal estadounidense. Zhao reside en los Emiratos Árabes Unidos (EAU), y sostiene que tanto su persona como las entidades extraterritoriales involucradas en la transacción no están sujetas a la autoridad legal de un tribunal de Delaware. En este sentido, afirma que las acusaciones de la masa concursal están «demasiado alejadas» para caer dentro del alcance jurídico de la corte.
CZ se describe a sí mismo como una «contraparte nominal» y enfatiza que la estructura corporativa y el enrutamiento internacional de la transferencia de fondos sitúan la operación fuera del ámbito de la legislación estadounidense. Adicionalmente, Binance argumenta que la demanda de FTX malinterpreta las normativas de ‘safe harbor’, las cuales ofrecen protección para transferencias de valores en ciertas circunstancias. La defensa de Binance subraya que la ejecución de la operación fue de carácter internacional, involucrando firmas registradas en Irlanda, las Islas Caimán y las Islas Vírgenes Británicas (BVI). Por lo tanto, discuten que Zhao pudiera ser considerado legalmente «en casa» en Delaware, lo que, según ellos, invalida la entrega de una notificación legal a su abogado en EE. UU. en el caso de acusados extranjeros.
La versión de FTX: Uso indebido de fondos y fraude intencional
La presentación de FTX describe el pago de Alameda como conscientemente indebido. Las declaraciones de Caroline Ellison, ex-CEO de Alameda Research, respaldan esta perspectiva, al afirmar que la compañía carecía de recursos suficientes y que, a pesar de ello, se utilizaron depósitos de clientes. FTX sostiene que Sam Bankman-Fried, fundador de FTX, desestimó estas preocupaciones y procedió con la operación. Desde esta óptica, el respaldo de activos de la recompra de acciones era ilusorio desde el inicio, lo que configura una presunta operación fraudulenta. La masa concursal invoca secciones del Código de Bancarrota de EE. UU. relacionadas con fraude constructivo e intencional, alegando que la transacción fue parte de un esquema más amplio de Bankman-Fried para apropiarse indebidamente de depósitos de clientes.
Implicaciones del caso y el futuro de las reclamaciones de activos digitales
El colapso de FTX, que en su momento fue una de las principales plataformas de intercambio, resultó en la pérdida de más de 8 mil millones de dólares en depósitos de clientes. Desde entonces, la masa concursal ha emprendido una ardua tarea para recuperar fondos asociados a altos ejecutivos y terceros. Esta demanda contra Binance y CZ representa un pilar crucial en ese esfuerzo de recuperación.
Este litigio no solo impacta a las partes directamente involucradas, sino que también sienta un precedente significativo sobre el alcance de los tribunales de quiebras de Estados Unidos en la recuperación de ganancias obtenidas con criptomonedas en el extranjero, especialmente cuando estas se vinculan con presuntos fraudes por bancarrota. Mientras Binance insiste en que la demanda es deficiente tanto en aspectos técnicos como jurisdiccionales, el patrimonio de FTX avanza con el objetivo de lograr una recuperación sustancial para sus acreedores. La resolución de este caso será de vital importancia para inversores y observadores del sector cripto, ya que podría redefinir los límites de la ley y la jurisdicción en un ecosistema digital globalizado.
Es relevante recordar que tanto Changpeng Zhao como Sam Bankman-Fried han enfrentado previamente problemas legales. Zhao cumplió una condena de cuatro meses de prisión por violaciones a las leyes de lavado de dinero en EE. UU., mientras que Bankman-Fried está cumpliendo una condena de 25 años por fraude. Estas batallas legales individuales se suman ahora a esta confrontación civil de alto perfil, que definirá la magnitud de la responsabilidad y el alcance territorial en el ámbito de los activos digitales.