Bitcoin: volatilidad reciente y su impacto
El mercado de las criptomonedas experimentó una notable turbulencia recientemente, especialmente el pasado viernes cuando la introducción de aranceles comerciales hacia China generó una fuerte presión a la baja en los activos de riesgo. Bitcoin (BTC) no fue la excepción, y su precio se vio arrastrado significativamente, superando la barrera de los 110.000 dólares. Este movimiento desencadenó una cascada de liquidaciones, ascendiendo a aproximadamente 7 mil millones de dólares en posiciones de criptomonedas apalancadas, un escenario típico cuando la liquidez del mercado se reduce.
Sin embargo, hacia el domingo por la noche y el lunes, la situación comenzó a calmarse. Un mensaje conciliador de la administración estadounidense sobre China, junto con la estabilización de los mercados en EE. UU. y la recuperación de las acciones chinas (ADRs), contribuyeron a un cambio de sentimiento. Bitcoin replicó esta tendencia con un repunte matutino, recuperando parte de las pérdidas iniciales y demostrando la resiliencia inherente del activo en momentos de incertidumbre macroeconómica.
¿Fueron los ETF de Bitcoin un amortiguador ante la inestabilidad?
La volatilidad experimentada durante el fin de semana plantea una interrogante fundamental: ¿actuó el segmento de los ETF de Bitcoin al contado en EE. UU., particularmente el IBIT de BlackRock, como un mecanismo de amortiguación para impedir que el precio de Bitcoin cayera aún más? Para comprender este fenómeno, es crucial examinar las dinámicas de creación y redención de estos productos financieros.
A principios de la semana previa a la caída, los ETF de Bitcoin al contado en EE. UU. registraron un excepcional desempeño. Solamente el 6 de octubre, estos fondos captaron aproximadamente 1.210 millones de dólares en entradas netas, marcando el día de mayor flujo positivo en varios meses. Este pico de entradas precedió a las noticias sobre los aranceles, indicando que el capital ya estaba fluyendo hacia la exposición a Bitcoin a través de estos instrumentos envueltos. Incluso al considerar las métricas más conservadoras, la información general confirmaba un patrón claro: una significativa ola de dinero había ingresado al mercado de los ETF justo antes del choque macroeconómico.
Análisis de flujos: resiliencia frente a la presión vendedora
La verdadera prueba de la solidez de los ETF llegó con la caída del viernes. Si estos productos fueran frágiles, se esperaría una cascada de reembolsos el mismo día. No obstante, esto no ocurrió. Los datos de Farside revelaron que los flujos agregados de los ETF de Bitcoin al contado en EE. UU. finalizaron el viernes 10 de octubre con una salida de apenas 4,5 millones de dólares. Este dato sugiere una resistencia considerable por parte de los inversores.
Un análisis más profundo, sin embargo, mostró patrones interesantes. Ese mismo viernes, IBIT de BlackRock atrajo 74,2 millones de dólares en ingresos, mientras que la mayoría de sus competidores experimentaron salidas. Este comportamiento es crucial porque demuestra que el mercado de ETF no operó de manera uniforme durante el día de mayor estrés. Mientras algunos inversores retiraron capital de otros fondos, el producto más grande continuó atrayendo capital, lo que se tradujo en una entrada neta de Bitcoin a custodia. En un periodo caracterizado por la venta forzada y libros de órdenes poco profundos, la presencia de una válvula de entrada constante como IBIT pudo haber sido suficiente para mitigar el impacto de una cascada de ventas.
La divergencia se acentuó el lunes 13 de octubre. La tabla indicó una salida colectiva mucho mayor, de 326,4 millones de dólares. Una vez más, IBIT actuó como comprador neto, sumando 60,4 millones de dólares. Al correlacionar esto con la acción del precio, se obtiene una lectura más clara: el mercado no experimentó un repunte generalizado debido a una carga de compradores de ETF. En cambio, se estabilizó gracias a que el producto individual más grande siguió absorbiendo monedas, mientras otros sangraban. Esta dinámica, aunque no convierte a IBIT en un “suelo” mágico para el precio, sí explica por qué la corrección del fin de semana no se convirtió en una rápida caída por debajo de los 100.000 dólares una vez que las noticias macroeconómicas se calmaron.
La estructura de los ETF y su impacto en la estabilidad de Bitcoin
Para comprender estos flujos, es importante recordar el inicio de la semana. Entre el 6 y el 8 de octubre, los ETF al contado absorbieron grandes entradas de capital: varios cientos de millones de dólares diarios, incluyendo una entrada récord superior a los 1.200 millones de dólares. Estas creaciones añadieron Bitcoin fresco a los custodios, proporcionando a los fondos un colchón de nuevas participaciones antes de la liquidación. Cuando la volatilidad golpeó, los inversores en estos productos no se apresuraron a canjearlos, e IBIT, el fondo con la actividad más fuerte en el mercado primario, siguió atrayendo demanda.
Desde una perspectiva estructural, los reembolsos de ETF no provocan ventas instantáneas en los exchanges. Los participantes autorizados (AP) son los encargados de gestionar este proceso, intercambiando cestas de activos y cubriendo su exposición a través de mercados de futuros y al contado. El 10 de octubre, la pequeña salida neta en todos los fondos probablemente generó una presión de venta a corto plazo a medida que los APs equilibraban sus libros, pero las entradas de IBIT actuaron en dirección contraria. El resultado fue una posición neta neutral en el mercado, en lugar de una cobertura unilateral, lo que contribuyó a la estabilización de Bitcoin una vez que el sentimiento general del mercado mejoró.
Este análisis nos permite extraer varias conclusiones clave:
- Segmentación de la base de inversores: Los datos recientes indican que la base de compradores de ETF está segmentada. Cuando el mercado se tiñe de rojo, no todos los titulares de ETF reaccionan de la misma manera. Tanto el 10 como el 13 de octubre, IBIT registró creaciones netas mientras que sus pares experimentaron reembolsos. Esto sugiere una mezcla de inversores que tolera mejor las correcciones en el vehículo más grande y de menor comisión, mientras que los fondos más pequeños experimentan una mayor rotación. Para el precio, solo importa el efecto neto en el mercado primario, que en el peor día fue trivial en tamaño y parcialmente compensado por las entradas de IBIT.
- Entradas pre-impacto como amortiguador: El aumento de entradas a principios de octubre fue fundamental. Los custodios ya contaban con un stock de participaciones recién creadas antes del viernes. Este stock actúa como un lastre, impidiendo que la tensión se traduzca directamente en ventas en el mercado primario, a menos que los titulares opten por el reembolso. La evidencia demuestra que muchos no lo hicieron, y donde sí, las creaciones de IBIT amortiguaron el flujo.
- El rol persistente de los derivados: Es importante recordar que la caída de 7 mil millones de dólares provino de recortes forzados de posiciones apalancadas, y no de un pánico generalizado en los ETF. La información de los ETF añadió una capa de contexto: una pequeña salida neta el viernes, una salida neta mayor el lunes, y un flujo contraria persistente en IBIT. Este patrón ayuda a explicar por qué Bitcoin no se desplomó por debajo de los 100.000 dólares cuando se produjo el choque macroeconómico, y por qué el mercado tuvo espacio para recuperarse una vez que el tono político se suavizó.