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Criptoactividad en Irán: declive significativo tras el hackeo de Nobitex

Impacto del hackeo de Nobitex en el ecosistema cripto iraní

El primer semestre de 2025 ha marcado un punto de inflexión para el sector de los criptoactivos en Irán. La actividad on-chain experimentó una contracción notable, con ingresos que sumaron aproximadamente $3.7 mil millones, lo que representa una disminución del 10% en comparación con el mismo período de 2024. Este descenso se agudizó significativamente a partir de abril, culminando en reducciones del 50% en junio y un drástico 75% en julio, en comparación con el año anterior. Este escenario de retracción se vio exacerbado por un incidente de seguridad de gran magnitud que afectó a una de las principales plataformas de intercambio del país.

El 18 de junio, Nobitex, una destacada bolsa de criptomonedas iraní, fue víctima de un sofisticado ciberataque. El incidente resultó en la sustracción de aproximadamente $90 millones de sus carteras calientes (hot wallets), la filtración de su código fuente y la redirección de parte de los fondos robados a direcciones de vanidad que hacían referencia al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC). Este suceso no solo provocó una fuga masiva de capitales, con salidas de la plataforma disparándose en más del 150% en la semana previa al anuncio, sino que también socavó severamente la confianza de los usuarios en el ecosistema local.

Repercusiones directas en la confianza y el flujo de capitales

Las consecuencias del ataque a Nobitex se manifestaron de inmediato en el comportamiento de los usuarios y en los flujos de capital. Las transferencias entrantes a la plataforma cayeron un 70% interanual tras la brecha de seguridad. En respuesta a la creciente incertidumbre, algunos monederos de Bitcoin inactivos, vinculados a operaciones de minería, se activaron y movieron fondos hacia una nueva cartera caliente, buscando reaseguro.

Las autoridades reguladoras iraníes intentaron contener el pánico implementando restricciones a la negociación nocturna. Sin embargo, estas medidas resultaron insuficientes, ya que un gran número de usuarios ya había trasladado sus fondos a plataformas offshore. Informes destacan un incremento en las transferencias hacia plataformas extranjeras y procesadores de pago que aplican procesos de verificación de identidad menos rigurosos, evidenciando una clara preferencia por jurisdicciones con menor supervisión.

Congelamiento de fondos y tensiones geopolíticas

La situación se complicó aún más en julio, cuando Tether, la empresa emisora de la stablecoin USDT, congeló 42 monederos vinculados a Irán. Esta acción, que inmovilizó una parte considerable de la liquidez disponible en el mercado local, afectó la operatoria de numerosos usuarios. Más de la mitad de estos monederos congelados estaban relacionados, a nivel on-chain, con Nobitex o con direcciones identificadas con enlaces al IRGC, aunque la propiedad final de los mismos sigue sin confirmarse. Este accionar de Tether subraya la creciente influencia de las políticas de cumplimiento global en los mercados de criptoactivos.

Adicionalmente, Tether también procedió al congelamiento de $27 millones en USDT asociados con Garantex, un intercambio ruso sancionado. Este movimiento pone de manifiesto el amplio alcance de las iniciativas de cumplimiento de las normativas internacionales. La Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro de EE. UU. (OFAC) había incluido a Garantex en su lista negra en 2022, y esta acción previa continúa generando repercusiones en el comportamiento del mercado.

El declive de la actividad cripto en Irán coincidió con un período de elevada tensión regional. A mediados de junio, se produjo un conflicto de 12 días con Israel, mientras las negociaciones nucleares se estancaban. Los ataques israelíes y las interrupciones internas provocaron cortes generalizados de electricidad, lo que afectó gravemente las operaciones de minería y dificultó el comercio de criptodivisas. Para muchos inversores locales, la opción más segura fue retirar fondos del ecosistema nacional o diversificar hacia otras stablecoins o cadenas de bloques. La imposibilidad de operar en un entorno estable llevó a una migración de la actividad económica cripto hacia otros entornos percibidos como más seguros.

Nuevas regulaciones fiscales y su impacto a largo plazo

La complejidad del escenario se acentuó en agosto con la aprobación de la Ley de Impuesto a la Especulación y la Obtención de Beneficios en Irán. Esta legislación introduce la aplicación de gravámenes sobre las ganancias de capital en una amplia gama de activos, incluyendo criptomonedas, oro, bienes raíces y divisas extranjeras. Aunque la implementación de esta ley se realizará de manera escalonada, las autoridades han indicado una intención clara de aumentar la supervisión sobre estas actividades.

La combinación de un hackeo de gran escala, las acciones de congelamiento de fondos por parte de emisores de stablecoins y la introducción de nuevas cargas fiscales está generando un entorno desafiante para las empresas que operan en el sector cripto iraní. Estas condiciones están llevando a muchas compañías a reconsiderar su estrategia operativa o a pausar sus actividades en el país, lo que podría consolidar la tendencia de declive en la criptoactividad y la migración de capitales hacia mercados con marcos regulatorios y operativos más predecibles y seguros.