Kazajistán ha anunciado audaces iniciativas para posicionarse como un actor clave en el panorama global de los activos digitales. El presidente Kassym-Jomart Tokayev ha presentado una estrategia integral que incluye la creación de una reserva nacional de criptoactivos y la elaboración de una nueva ley de activos digitales, con miras a su implementación completa para el año 2026. Estas medidas buscan no solo regular el creciente sector, sino también maximizar el retorno de la liquidez bancaria a la economía nacional.
La visión de Tokayev se enfoca en establecer un ecosistema de activos digitales robusto y bien estructurado. Durante su discurso anual, el mandatario destacó la necesidad imperante de desarrollar esta infraestructura para impulsar la economía del país.
Marco legal para activos digitales: un hito para 2026
Uno de los pilares de esta estrategia es la promulgación de una ley específica para activos digitales. El presidente ha encargado a la Agencia de Regulación y Desarrollo del Mercado Financiero de Kazajistán la tarea de redactar esta legislación, con el objetivo de finalizarla para el año 2026. La prontitud en la aprobación de esta normativa es crucial según Tokayev, ya que permitirá una regulación efectiva del sector y sentará las bases para una infraestructura de activos digitales sólida. Esta medida busca fomentar la confianza y la seguridad jurídica, atrayendo inversiones y posicionando a Kazajistán como líder en la adopción de tecnologías financieras emergentes.
Se espera que la nueva ley aborde aspectos clave como la licencia para proveedores de servicios de activos virtuales, la protección al inversor, la prevención del lavado de dinero y la financiación del terrorismo, así como la clasificación de los diferentes tipos de activos digitales.
Hacia una reserva estratégica nacional de activos digitales
La propuesta más destacada del presidente Tokayev es la creación de un Fondo Estatal de Activos Digitales. Este fondo, que se basaría en la Corporación de Inversiones del Banco Nacional de Kazajistán, tendría como principal función la acumulación de una reserva estratégica de criptoactivos. Esta iniciativa sigue las conversaciones previas sobre la posibilidad de que el banco nacional considerara una reserva de este tipo. De hecho, el gobierno kazajo ha incautado activos digitales en el pasado, lo que ha generado debates sobre su posible uso como parte de una reserva nacional.
La intención es que esta reserva esté compuesta por activos prometedores del incipiente sistema financiero digital, lo que podría incluir criptomonedas con alta capitalización de mercado o incluso tokens respaldados por activos reales (RWA). La creación de una reserva de este tipo no solo brindaría estabilidad y liquidez al sistema, sino que también podría diversificar las tenencias de divisas del país y ofrecer nuevas vías para la gestión de riesgos financieros.
Este movimiento por parte de Kazajistán resuena con iniciativas similares observadas en otras naciones. Por ejemplo, Estados Unidos creó una reserva de criptomonedas bajo una orden ejecutiva durante la administración del presidente Trump, aunque con un enfoque diferente.
Alatau: el futuro digital de Kazajistán
Como parte de su ambición de liderar la era digital, Kazajistán planifica establecer una zona piloto donde las criptomonedas podrán emplearse para transacciones cotidianas. La ciudad de Alatau, situada en el sureste del país, está destinada a convertirse en la primera ciudad completamente digitalizada. Este proyecto tiene como objetivo integrar los pagos con criptomonedas en la vida diaria de sus ciudadanos, sirviendo como un escaparate del futuro financiero digital de Kazajistán.
“Esta ciudad representará el futuro de Kazajistán”, afirmó Tokayev, enfatizando que Alatau combinará el progreso tecnológico con condiciones de vida óptimas. Esta iniciativa es parte de un esfuerzo más amplio para transformar Kazajistán en un centro global de activos digitales, particularmente en el ámbito de las criptomonedas.
Desafíos y oportunidades en la minería de criptomonedas
La favorable política regulatoria y los bajos costes de electricidad han posicionado a Kazajistán como un actor significativo en la minería global de criptomonedas. Históricamente, el país ha contribuido con aproximadamente el 13% del hashrate global de Bitcoin. Sin embargo, este auge ha traído consigo desafíos, incluyendo un aumento en las operaciones de minería ilegal y una significativa presión sobre la red eléctrica nacional.
La nueva regulación y las iniciativas de desarrollo de activos digitales buscan precisamente abordar estos problemas, estableciendo un marco legal que permita la operación ordenada de la minería, garantizando la seguridad energética y promoviendo el cumplimiento. Esto podría incluir la definición de zonas de minería autorizadas, la implementación de tarifas eléctricas específicas para mineros y la imposición de sanciones por operaciones ilegales.
En resumen, Kazajistán está adoptando un enfoque proactivo y multifacético para integrar los activos digitales en su economía. Con una nueva ley, una reserva nacional estratégica y ciudades digitalizadas, el país se está preparando para capitalizar las oportunidades que presenta la revolución blockchain, al tiempo que aborda los retos inherentes a esta tecnología disruptiva.