El investigador Justin Drake ha presentado la propuesta “Lean Ethereum”, una visión a largo plazo para la red Ethereum que busca optimizar su rendimiento y seguridad. Esta iniciativa, anunciada el 31 de julio, se centra en fortalecer la infraestructura principal, garantizando su resistencia ante amenazas a nivel estatal y computación cuántica, a la vez que impulsa significativamente su capacidad transaccional sin comprometer la descentralización. La estrategia se delineó mediante dos conceptos clave: “modo fortaleza” y “modo bestia”.
La propuesta, publicada en el blog de la Fundación Ethereum, sugiere que la red puede reforzar simultáneamente su seguridad y escalar drásticamente. Esto se lograría anclando la red principal en criptografía basada en hashes y reestructurando las tres subcapas del protocolo: consenso, datos y ejecución. Recientemente, el cofundador de Ethereum, Vitalik Buterin, y Justin Drake, abordaron esta visión durante un evento centrado en ETH en Berlín.
Modo fortaleza y modo bestia: seguridad y rendimiento futuro
La tesis de seguridad de Drake subraya la necesidad de que Ethereum funcione durante décadas, incluso siglos, en condiciones adversas. El objetivo principal es que, “si internet está operativo, Ethereum también lo esté”.
En cuanto al rendimiento, Lean Ethereum establece una meta de aproximadamente 10.000 transacciones por segundo (TPS) en la red principal a través de una escalabilidad vertical agresiva, y cerca de 1 millón de TPS en las cadenas de capa 2 (L2) mediante una expansión horizontal extensiva.
Drake enfatizó que habilitar la “matemática lunar” ya no es una aspiración, sugiriendo la implementación de:
- Máquinas virtuales de conocimiento cero (zkVMs) en tiempo real para la ejecución.
- Muestreo de disponibilidad de datos (DAS) para el rendimiento de datos.
Un objetivo complementario de usabilidad es la verificación de cadena completa en dispositivos de consumo, como navegadores, teléfonos y billeteras.
Tres subcapas “lean” para una optimización coordinada
Lean Ethereum propone una serie de mejoras coordinadas en tres capas distintas:
Consenso lean (Beacon Chain 2.0)
Esta primera capa se enfoca en fortalecer la Beacon Chain para maximizar la seguridad y la descentralización, con una finalidad casi instantánea, medida en segundos.
Datos lean (Blobs 2.0)
La segunda capa busca habilitar “blobs” postcuánticos con tamaño granular. Esto permitiría preservar una experiencia de desarrollador similar a la de los calldata, al mismo tiempo que aumentaría el rendimiento.
Ejecución lean (EVM 2.0)
Finalmente, esta tercera capa consiste en un conjunto mínimo de instrucciones compatible con SNARKs que preserva la compatibilidad con EVM y sus efectos de red, pero acelera la prueba y la verificación.
Conjuntamente, estos cambios buscan proporcionar “abundancia de rendimiento” bajo restricciones innegociables de continuidad y simplicidad.
Criptografía basada en hash como pilar fundamental
Lean Ethereum concibe la función hash como el primitivo fundamental a través de todas las capas. Este enfoque se manifiesta en diversos aspectos:
- Firmas agregadas en consenso: Reemplazando Boneh-Lynn-Shacham (BLS).
- Compromisos basados en hash: Sustituyendo Kate, Zaverucha, y Goldberg (KZG) en la capa de datos.
- zkVMs centradas en hash: Simplificando la verificación de ejecución.
Esta estrategia está diseñada para preparar a Ethereum para el futuro ante adversarios cuánticos, al mismo tiempo que se armoniza con el rápido avance de los SNARKs en todo el ecosistema. Drake describe Lean Ethereum no solo como una hoja de ruta, sino como una estética de ingeniería, basada en módulos mínimos, complejidad encapsulada, verificación formal y seguridad y optimización demostrables. El énfasis en la “ingeniería lean” busca eliminar la complejidad heredada y estandarizar el uso de primitivos que son más fáciles de entender y verificar.