La evolución del consumo energético en la minería de Bitcoin
Desde 2019, la industria de la minería de Bitcoin ha experimentado una transformación significativa, impulsada por el aumento en los costos de los combustibles fósiles y una creciente conciencia sobre la sostenibilidad. Este cambio ha forzado a los mineros a reevaluar su triangulación de costos, confiabilidad y cumplimiento normativo. En este contexto, las fuentes de energía renovables como la hidroeléctrica, solar y eólica han ganado terreno, volviéndose cada vez más competitivas.
Haipo Yang, fundador y CEO de ViaBTC, una de las principales empresas en el ecosistema de minería de criptomonedas, ofrece una perspectiva profunda sobre esta transición. Yang destaca que, si bien el costo total de la energía (incluyendo el capital y los gastos operativos) sigue siendo una preocupación central para los mineros, la tendencia hacia la energía limpia es innegable.
Porcentaje actual y futuro de la energía limpia en la minería de Bitcoin
Según el análisis de ViaBTC, aproximadamente el 40-50% de los mineros actuales aún dependen de combustibles fósiles. El resto, en su mayoría, utiliza energía limpia. La energía hidroeléctrica se consolida como la fuente renovable dominante y despachable, representando entre el 30% y el 40% del total. Fuentes como la solar, eólica y el gas asociado, aunque suman menos del 20%, muestran una tendencia clara al alza.
Los mineros que persisten en el uso de combustibles fósiles suelen operar en regiones con abundantes recursos y una infraestructura robusta, como Texas en Estados Unidos, con su sólida red eléctrica y vastas reservas de gas natural. En otras áreas donde los recursos fósiles son cuantiosos pero la transmisión eléctrica es limitada, los operadores monetizan el excedente de energía a nivel local a través de la minería.
La hidroeléctrica ha sido la fuente preferida históricamente, con regiones ricas en este recurso como Rusia, Canadá y partes de América del Sur y África atrayendo a grandes operadores como Bitdeer y HIVE Digital. A pesar del creciente interés en la energía solar, su integración requiere soluciones de almacenamiento que aún presentan desafíos. Por ello, la mayoría de las instalaciones solares operan con un modelo híbrido (fotovoltaico más red eléctrica) para asegurar la estabilidad del suministro. El gas asociado, obtenido de campos petroleros y de gas, también es una práctica extendida en Canadá, Rusia, Kazajistán y Argentina.
Si bien la energía nuclear no ha logrado una adopción masiva debido a su alto costo de capital y largos ciclos de licenciamiento, y la energía a partir de residuos (waste-to-energy) enfrenta costos de generación más elevados, ambas tecnologías están experimentando pilotos incipientes, apoyados por financiamiento sin recurso y políticas de soporte.
En resumen, la composición energética de la industria minera está claramente virando hacia fuentes limpias, incluso mientras las tecnologías de almacenamiento y el desarrollo de infraestructura de red continúan evolucionando.
Desafíos en la expansión de la minería de Bitcoin alimentada por renovables
El costo de la energía es el gasto operativo más significativo para un minero, llegando a representar entre el 30% y el 70% de sus ingresos. Por ello, la relación entre el precio y la “firmeza” (estabilidad y disponibilidad) de la energía es fundamental. La minería de Bitcoin es extremadamente sensible a ambos factores; se requiere un funcionamiento prolongado y estable para obtener recompensas predecibles, y costos de electricidad bajos para proteger los márgenes.
Los combustibles fósiles han mantenido su relevancia debido a su estabilidad y la madurez de su ecosistema, pero sus costos continúan aumentando. El incremento en los precios del carbón desde 2019, por ejemplo, ha elevado los costos de la energía térmica, lo que ha impulsado aún más la migración hacia fuentes limpias.
Ventajas y limitaciones de las energías renovables
La energía hidroeléctrica es la fuente limpia más madura, con una infraestructura probada a escala. Sin embargo, está limitada geográficamente y por la hidrología (estacionalidad). En el pasado, los mineros incluso se desplazaban en busca de energía, reubicándose durante las estaciones secas. Afortunadamente, la hidroeléctrica se complementa bien con el almacenamiento por bombeo (PSH), la forma de almacenamiento de energía a escala de red más grande del mundo. Algunas estaciones siberianas, por ejemplo, pueden almacenar agua durante años para equilibrar el suministro.
La energía solar y eólica están avanzando rápidamente y ya son viables en diversos escenarios. No obstante, su disponibilidad 24/7 aún depende en gran medida del acceso a la red y del almacenamiento. Aunque su costo nivelado de electricidad (LCOE) suele ser inferior al de la energía tradicional, el LCOE del almacenamiento sigue siendo elevado. En regiones con desarrollo fotovoltaico avanzado, las tarifas solares pueden ser aproximadamente el 70% de las térmicas o hidroeléctricas, pero el almacenamiento puede duplicar esa tarifa, elevando significativamente el costo total. Por ejemplo, en América Latina, la eólica a gran escala puede oscilar entre $0.018 y $0.035/kWh, y la solar entre $0.017 y $0.023/kWh. Sin embargo, los mineros pueden adquirir PV por alrededor de $0.035–$0.042/kWh, mientras que el almacenamiento asociado puede costar aproximadamente $0.085/kWh. Esta disparidad explica por qué muchas operaciones combinan la energía fotovoltaica con el suministro industrial de la red o acuerdos de compra de energía (PPA) para gestionar el costo total.
El marco normativo también juega un papel crucial. Numerosos países están invirtiendo en energías renovables a través de subsidios de capital, créditos fiscales por producción o inversión, mecanismos de mercado de capacidad y fondos para la mejora de la red. Iniciativas como las de Canadá, los subsidios en Rusia y las inversiones de entidades soberanas del Golfo (como el PIF de Arabia Saudita o la Autoridad de Inversiones de Catar) están acelerando la adopción de la energía solar y eólica. A medida que el apoyo político y los flujos de capital se intensifican, la infraestructura renovable se vuelve más atractiva para los mineros.
El futuro optimista de la minería de Bitcoin y las energías renovables
Yang se muestra optimista sobre la creciente adopción de energías renovables en la minería. A nivel global, los sistemas energéticos están volviéndose más ecológicos, y dada la alta sensibilidad al costo y la portabilidad de carga de la minería, esta industria podría ser una de las pioneras en la adopción masiva.
Ya se observan alianzas entre generadores y mineros para absorber la energía excedente y acortar los plazos de amortización. Ejemplos incluyen la adquisición de una granja eólica por Marathon Digital en Texas y los planes de HIVE Digital para un centro de datos hidroeléctrico en Paraguay. Riot Platforms, por su parte, ha invertido en Reformed Energy, que transforma residuos municipales en electricidad mediante gasificación por plasma.
Factores clave para la transición energética
Tres condiciones objetivas serán determinantes: en primer lugar, los factores económicos. Una vez que las energías renovables, incluyendo el ciclo completo y el almacenamiento, superen decisivamente a la energía fósil en términos de costo, los mineros carecerán de incentivos económicos para depender del carbón o el gas, y el hashrate migrará naturalmente hacia una energía limpia y firme.
En segundo lugar, la infraestructura y el almacenamiento. Solo cuando las redes ofrezcan mayor capacidad de despacho, servicios auxiliares y alivio de la congestión, y los costos de almacenamiento disminuyan sustancialmente, los mineros podrán operar con una producción estable durante todo el año, eliminando la necesidad de combustibles fósiles como respaldo de carga base.
Finalmente, las señales políticas actuarán como un tercer catalizador. Cuando las jurisdicciones clave introduzcan incentivos claros, como exenciones fiscales verdes, créditos de energía limpia, depreciación acelerada o requisitos explícitos de energía limpia para la computación, estas medidas se convertirán en puntos de inflexión. Se observa esto en Oriente Medio, donde varios países productores de petróleo han anunciado hojas de ruta de neutralidad de carbono, impulsando la adopción de renovables. Estas políticas e inversiones no solo acelerarán las transiciones energéticas locales, sino que también abrirán nuevas opciones de ubicación y estructuras contractuales para las empresas mineras de Bitcoin.
A medida que las condiciones económicas, técnicas y políticas maduren en conjunto, se espera que más empresas mineras de Bitcoin se inclinen por las energías renovables y busquen optimizar el tiempo de actividad de sus operaciones.
Concentración del hashrate y oportunidades para pequeños mineros
Los operadores grandes poseen ventajas significativas. Pueden invertir directamente en la generación de energía, obteniendo precios por debajo de las tarifas de la red, o firmar PPAs a largo plazo para asegurar costos y reducir riesgos. Mineros públicos como Marathon pueden acceder a los mercados de capital para desplegar los ASICs más eficientes y financiar proyectos de energía limpia a gran escala, lo que respalda su expansión continua. TheMinerMag señaló que, en enero de 2024, 19 mineros públicos con autocentros representaron el 22% de la red de BTC; este año, esa cifra se acerca al 30%, reflejando su creciente cuota de hashrate.
Para los mineros pequeños y medianos, igualar estos costos energéticos es más difícil. Sin embargo, no están fuera del juego. Muchos pequeños operadores siguen utilizando pools como ViaBTC para un flujo de efectivo estable. Con un costo de aproximadamente $0.06/kWh, el punto de equilibrio para los equipos de minería comunes (incluidas las unidades domésticas) suele situarse entre $50,000 y $70,000 por BTC, aún por debajo de los precios actuales cercanos a los $100,000. Los mineros pequeños también se benefician de la flexibilidad y el ingenio. En regiones con latitudes más altas, algunos reutilizan el calor residual de los ASICs para calefacción doméstica, lo que mejora la eficiencia energética general y reduce el costo efectivo.
El papel crucial de los pools de minería en la descentralización
Si las ventajas de capital y energía benefician el escalamiento de los grandes mineros, los pools son los que mantienen la minería de Bitcoin abierta y descentralizada. Los pools han reducido drásticamente la barrera de entrada. En los inicios, la minería era para expertos en tecnología; hoy, cualquier persona puede conectar un equipo a un pool y comenzar a minar. Los pools garantizan pagos estables y predecibles, ya sea para una gran granja o unas pocas máquinas en casa.
El descubrimiento de bloques es probabilístico: más hashrate implica mayores probabilidades de éxito. Sin los pools, los pequeños mineros difícilmente ganarían un bloque en un plazo razonable, lo que los llevaría a abandonar y centralizaría la red. Modelos de pago como PPS+ de ViaBTC ayudan a que participantes de todos los tamaños compartan las recompensas de manera justa, fomentando una amplia participación y asegurando la red.
Existe la idea errónea de que los pools centralizan el hashrate porque unas pocas marcas parecen «controlar» la mayor parte. Sin embargo, los pools no poseen el hashrate; son los mineros quienes lo hacen y pueden cambiar de pool en cualquier momento. Si un pool actúa en contra de los intereses de los mineros, el hashrate migra, un poderoso mecanismo de mercado que protege la descentralización. En 2021, ViaBTC liberó su stack de pool de Bitcoin como código abierto, permitiendo a cualquier minero con conocimientos técnicos optimizar o lanzar sus propios servicios, lo que promueve la salud de la comunidad y la participación colectiva.
En última instancia, los pools actúan como la capa de coordinación y la infraestructura de pago que simplifica la entrada y el acceso a ganancias en la minería. Son un pilar fundamental para impulsar Bitcoin hacia una mayor apertura, transparencia, descentralización y prosperidad compartida.