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Haseeb Qureshi propone un nuevo modelo de airdrops: puntuaciones de tenedores y crowdsales

Un cambio de paradigma en la distribución de tokens

El socio gerente de Dragonfly, Haseeb Qureshi, ha presentado una propuesta innovadora para reformar el sistema actual de distribución de tokens mediante airdrops. Su iniciativa busca establecer un mecanismo que distinga y recompense a los participantes verdaderamente comprometidos, filtrando a aquellos que buscan obtener ganancias rápidas a través de la venta inmediata de tokens.

La propuesta, compartida el 15 de septiembre a través de la plataforma X (anteriormente Twitter), responde directamente a las críticas sobre la eficacia de los airdrops, como las expresadas por Claire Kart, CMO de Aztec, quien señaló que estas distribuciones a menudo “hunden la gráfica” de precios y promueven una “alineación perezosa” con el proyecto. Qureshi establece un paralelismo con el sistema tradicional de asignación de acciones en Ofertas Públicas Iniciales (IPO), donde inversores institucionales de gran calibre, como BlackRock, reciben condiciones preferenciales debido a su historial de tenencia a largo plazo, a diferencia de los inversores minoristas cuyas pautas de comportamiento son menos predecibles.

Qureshi enfatizó la necesidad de que las distribuciones de tokens adopten una lógica similar. “Es increíble que las distribuciones de tokens no funcionen de esta manera”, comentó, abogando por la implementación de meta-incentivos basados en el historial de comportamiento de los usuarios con los tokens, en lugar de métricas ligadas exclusivamente a una plataforma específica.

El marco de las puntuaciones de tenedores

La piedra angular de esta propuesta es la creación de un sistema estandarizado de “puntuaciones de tenedores” (holder scores). Este marco rastrearía el comportamiento de los usuarios en diversos protocolos, evaluando aspectos clave como la curva de retención de tokens, la participación en la gobernanza, el gasto en tarifas de red, la provisión de liquidez y el uso de productos. La idea es que los proyectos publiquen estas puntuaciones en formato JSON, permitiendo que otros equipos integren esta información de reputación en sus decisiones de distribución.

Qureshi argumenta que este sistema promovería una mayor responsabilidad en todo el ecosistema. Los usuarios, conscientes de futuras distribuciones y su impacto en su puntaje de tenedor, modificarían su comportamiento hacia un compromiso a largo plazo, en lugar de una disposición inmediata a vender. Este enfoque es comparable al funcionamiento de las centrales de riesgo crediticio, donde las instituciones financieras comparten datos de clientes para fomentar un comportamiento financiero responsable.

Dentro de este marco, se recomienda limitar los airdrops gratuitos a menos del 15% del total de tokens generados, destinando la mayor parte a crowdsales escalonadas por puntuación. Aquellos usuarios con puntuaciones de tenedor elevadas recibirían asignaciones más grandes a precios más ventajosos. Por el contrario, los “granjeros mercenarios” que buscan solo el beneficio a corto plazo, tendrían que pagar el precio completo o, en muchos casos, no tendrían acceso alguno.

Ventajas de los crowdsales estratégicos

La propuesta destaca que los crowdsales, al requerir una “participación real” (skin in the game), abordan problemas fundamentales de los airdrops actuales. Al invertir en tokens, los usuarios demuestran un compromiso genuino, lo que se traduce en una base de tenedores más sólida y menos inclinada a la venta inmediata, a diferencia de aquellos que reciben tokens de forma gratuita.

Además, los crowdsales ofrecen una resistencia innata al “ataque Sybil”. La creación de miles de cuentas con fines de farming, que es común en el modelo actual de airdrops, se volvería económicamente inviable, ya que cada cuenta requeriría una inversión real. Esto mejora la equidad y la eficiencia de la distribución.

Qureshi reconoce que los airdrops aún pueden ser útiles en escenarios de “pago por rendimiento”, donde se requieren actividades medibles y específicas, como el valor total bloqueado (TVL) o el volumen de trading. Sin embargo, concluyó que las distribuciones generales, a menudo denominadas “dinero de helicóptero”, tienden a atraer una actividad artificial que desaparece rápidamente tras el lanzamiento de los tokens, sin contribuir al crecimiento sostenible del proyecto.

Este modelo busca, en esencia, profesionalizar el proceso de airdrop, alineando los incentivos de los usuarios con los objetivos a largo plazo de los proyectos y fomentando una comunidad más comprometida y estable.