El compromiso de la OCC con la integración de activos digitales
En un discurso reciente en Washington, D.C., Jonathan Gould, el director de la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC, por sus siglas en inglés), manifestó su firme intención de erradicar lo que describe como un «sistema de dos niveles» que penaliza injustamente las interacciones legítimas entre las instituciones bancarias tradicionales y la industria de los activos digitales. Gould enfatizó que muchas de las actividades inherentes a las criptomonedas y sus tecnologías subyacentes son fundamentales para los servicios de intermediación financiera modernos.
Colaboración proactiva con el sector bancario
Gould señaló que la OCC, una oficina independiente del Departamento del Tesoro, está preparada para colaborar estrechamente con los bancos interesados en incursionar en el ámbito de los criptoactivos. «Vamos a dar un paso atrás para ver si podemos trabajar mucho más de cerca con aquellos que están interesados en realizar estas actividades», afirmó. Su enfoque principal radica en asegurar que los bancos puedan participar en estas actividades legalmente permitidas, priorizando siempre la seguridad y la solidez operativa. Desde la perspectiva regulatoria, Gould considera que es su deber facilitar dicha participación sin imponer barreras innecesarias.
Este cambio de postura coincide con una actitud más receptiva por parte de los reguladores estadounidenses hacia los activos digitales, influenciada por la promesa de campaña del expresidente Donald Trump de posicionar a Estados Unidos como la «capital mundial de las criptomonedas». Desde el inicio de su administración, se han implementado medidas de apoyo a la industria, incluyendo la emisión de órdenes ejecutivas, la regulación de las stablecoins y el llamado a la creación de una reserva nacional de activos digitales.
En este contexto, la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC) ha optado por retirar casos de cumplimiento contra importantes empresas y figuras del sector. Estas decisiones, junto con declaraciones de líderes de la agencia, han infundido una renovada confianza e impulsado mayores inversiones en la industria a lo largo del año.
Combatiendo las prácticas de ‘Desbancarización’
Según informes de Bloomberg, la OCC también ha puesto el foco en combatir la práctica de la desbancarización (debanking), que implica la negación de servicios bancarios a ciertos individuos o empresas, afectando a menudo a «clientes políticamente sensibles» como las firmas de criptomonedas. Si bien los críticos argumentan que los examinadores bancarios han presionado a los prestamistas de activos digitales para que rompan lazos con estos clientes, los defensores del consumidor señalan la falta de evidencia que respalde una desbancarización generalizada.
Innovación y seguridad: un equilibrio esencial
El director de la Oficina del Contralor de la Moneda reconoció que, al considerar nuevas actividades, los bancos deben desarrollar la infraestructura necesaria para respaldar estas iniciativas. Reiteró que, si bien el marco regulatorio de la OCC debe abordar los riesgos únicos que presentan las nuevas tecnologías como las criptomonedas, la innovación no debería entrar en conflicto inherente con la seguridad y la solidez. «No veo la innovación como inconsistente con la seguridad y la solidez por sí misma», afirmó, destacando una perspectiva que equilibra la gestión de riesgos con la necesidad imperante de innovación financiera.
El entorno regulatorio en Estados Unidos y la postura de estas entidades, incluida la Commodity Futures Trading Commission (CFTC), marcan un alejamiento significativo de los enfoques adoptados en años anteriores. Esto ha motivado a las empresas financieras tradicionales a aumentar su exposición al sector de los activos digitales, reconociendo el potencial transformador de estas tecnologías y la necesidad de una adaptación estratégica.