Medidas restrictivas del Reino Unido contra el sector financiero kirguís
El gobierno del Reino Unido ha implementado recientemente un conjunto de nuevas sanciones dirigidas al sector financiero de Kirguistán, así como a operaciones de criptomonedas que presuntamente están ligadas a los esfuerzos de Rusia por eludir las restricciones económicas occidentales. Estas acciones buscan desmantelar redes financieras alternativas que facilitan la evasión de sanciones impuestas a Moscú.
Las medidas restrictivas incluyen una serie de intervenciones contra bancos, casas de cambio e individuos acusados de operar una red de stablecoins respaldadas por rublos, la cual habría procesado transacciones por miles de millones de dólares. Según un comunicado oficial del gobierno británico, las entidades afectadas están vinculadas a una stablecoin conocida como A7A5, valorada en aproximadamente 9,300 millones de dólares, diseñada para replicar el rublo en plataformas blockchain.
Las autoridades británicas han afirmado que esta red constituía un intento directo de mitigar el impacto de las sanciones impuestas a Rusia tras la invasión de Ucrania. Estas recientes adiciones se suman a las más de 2,700 sanciones ya existentes impuestas por el Reino Unido a Rusia, y se alinean con las acciones tomadas previamente este mes por Estados Unidos, demostrando una coordinación internacional en la estrategia de presión económica.
Bajo el escrutinio: exchanges de criptomonedas y la red A7A5
Entre las entidades y personas sancionadas se encuentra el Capital Bank of Central Asia y su director, Kantemir Chalbayev, a quienes el Reino Unido atribuye un papel en la financiación de bienes para el ejército ruso.
Adicionalmente, dos exchanges de criptomonedas radicados en Kirguistán, Grinex y Meer, también han sido incluidos en la lista de sanciones. Las autoridades alegan que estas plataformas fueron fundamentales en la facilitación de transacciones que involucraban la stablecoin A7A5, la cual, según se estima, movilizó 9,300 millones de dólares en valor en un periodo de solo cuatro meses.
La red de infraestructura de la A7A5 también ha sido objeto de sanciones, incluyendo a varias entidades e individuos clave. Entre ellos se encuentran: Altair Holding, con sede en Luxemburgo; CJSC Tengricoin; Old Vector; y Leonid Shumakov, considerado el director de la A7A5. Estas acciones subrayan la determinación de las autoridades británicas de desarticular cualquier estructura que apoye la evasión de sanciones.
Stephen Doughty, ministro de Sanciones del Reino Unido, enfatizó la razón detrás de estas medidas: “Si el Kremlin cree que puede esconder sus intentos de suavizar el golpe de nuestras sanciones lavando transacciones a través de redes de criptomonedas, está equivocado”. Esta declaración reitera la postura firme del Reino Unido contra el uso de sistemas financieros alternativos para eludir la presión económica.
Cabe destacar que Grinex, uno de los exchanges sancionados, ha sido descrito ampliamente como el sucesor de Garantex, un exchange vinculado a Rusia que había sido previamente objeto de reguladores. A principios de este año, Tether también congeló 27 millones de dólares en USDT asociadas a Garantex, después de que las autoridades estadounidenses acusaran a la plataforma de facilitar transacciones ilícitas, lo que demuestra un patrón de actividad sospechosa en estas plataformas.
La respuesta de Kirguistán y sus implicaciones más amplias
El anuncio de estas sanciones provocó una reacción inmediata por parte del presidente kirguís, Sadyr Japarov, quien criticó la decisión del Reino Unido y advirtió contra la politización del sector bancario de su país. Japarov afirmó categóricamente que ninguno de los 21 bancos de Kirguistán estaba involucrado en facilitar la evasión de sanciones a Rusia.
El presidente explicó que, para limitar la exposición, solo el banco estatal Keremet Bank está autorizado para procesar transacciones en rublos rusos. Sin embargo, el propio Keremet fue sancionado por Estados Unidos a principios de este año por su rol en el manejo de pagos comerciales rusos, lo que complejiza la situación de Kirguistán en el panorama financiero internacional.
Japarov también reafirmó el compromiso de Kirguistán con el cumplimiento de los acuerdos internacionales, declarando: “No permitiré que los intereses de nuestros ciudadanos y el desarrollo comercial y económico del país se reduzcan a nada”. Esta declaración busca calmar las preocupaciones internacionales y proteger la economía kirguís de mayores repercusiones.
Las sanciones más recientes ponen de relieve el creciente enfoque en las redes criptofinancieras como herramientas utilizadas para eludir las restricciones tradicionales. Los gobiernos occidentales han intensificado su escrutinio sobre las stablecoins y los exchanges que operan fuera de los canales bancarios convencionales. Tanto Estados Unidos como el Reino Unido argumentan que tales plataformas podrían socavar la eficacia de los regímenes de sanciones globales, lo que impulsa una mayor regulación y supervisión en el espacio de las criptomonedas.