El amanecer de una nueva era financiera: “El momento de las criptomonedas ha llegado”
En un evento crucial celebrado en París el 10 de septiembre, durante la inauguración de la Mesa Redonda sobre Mercados Financieros Globales de la OCDE, Paul Atkins, presidente de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), anunció una transformación significativa en el enfoque regulatorio del país. Atkins declaró que “el momento de las criptomonedas ha llegado”, señalando el inicio de una era de modernización del marco regulatorio de valores de EE. UU. y la expansión ambiciosa de su “Project Crypto” para trasladar los mercados financieros a la cadena de bloques.
Esta declaración marca un giro estratégico de la SEC, alejándose de una política impulsada predominantemente por acciones punitivas. En su lugar, Atkins prometió la implementación de normativas claras para una variedad de elementos cruciales dentro del ecosistema de activos digitales, incluyendo tokens, servicios de custodia y plataformas de negociación. El objetivo es ofrecer la tan necesaria claridad legal y operativa. “La política ya no será establecida por acciones de cumplimiento ad hoc”, enfatizó Atkins, describiendo este nuevo paradigma como una “edad de oro de la innovación financiera en suelo estadounidense”.
Clarificación regulatoria para activos digitales y plataformas
El presidente Atkins abordó una de las preocupaciones más apremiantes en el espacio cripto: la calificación de los tokens. Confirmó que la mayoría de los tokens no deben ser clasificados como valores, y se comprometió a establecer directrices claras y definidas que permitan determinar cuándo un activo criptográfico cae bajo la jurisdicción de la SEC. Esta iniciativa busca eliminar la “incesante incertidumbre legal” que actualmente enfrentan los emprendedores que buscan captar capital on-chain.
Además, Atkins delineó su visión para un marco regulatorio unificado para plataformas que integran diversas funciones, como la negociación, los préstamos y el staking, todo bajo una única licencia. Esta consolidación de licencias busca simplificar el cumplimiento y fomentar la innovación. En cuanto a las reglas de custodia, se anunció una actualización para permitir a los inversores e intermediarios una mayor flexibilidad y variedad de opciones, reflejando la evolución de las necesidades del mercado.
Project Crypto: impulsando la tokenización y las finanzas descentralizadas
El “Project Crypto” de la SEC, desvelado inicialmente por Atkins el 31 de julio de 2025 en Washington y presentado como la “estrella polar” de la SEC para apoyar el objetivo del presidente Trump de convertir a EE. UU. en el centro mundial de las criptomonedas, es fundamental para esta nueva estrategia. Este proyecto tiene como objetivo allanar el camino para la proliferación de valores tokenizados, la introducción de nuevas clases de activos on-chain y el desarrollo de software de finanzas descentralizadas (DeFi), siempre bajo la premisa de salvaguardar la protección de los inversores.
Atkins también destacó el potencial de las “super-aplicaciones” de trading, plataformas que podrían consolidar múltiples servicios financieros en una sola interfaz, y subrayó la importancia de mantener la innovación tecnológica dentro de las fronteras de Estados Unidos para asegurar su liderazgo global.
En este contexto, las declaraciones de Atkins cobran mayor relevancia al considerar que apenas dos días antes, Tal Cohen, presidente de Nasdaq, había calificado la tokenización como una “oportunidad extraordinaria” para los mercados globales a través de una publicación en LinkedIn. La presentación de una solicitud por parte de Nasdaq ante la SEC para habilitar la negociación de valores tokenizados subraya el creciente interés y la preparación de las principales instituciones financieras para la adopción de la tecnología blockchain.
Más allá de las criptomonedas: IA y mercados globales
La visión de Atkins no se limitó exclusivamente al ámbito de los criptoactivos. Abordó otros temas críticos para los mercados financieros internacionales, incluyendo la cotización de empresas extranjeras, los estándares contables y la regulación europea. Expresó preocupación por el concepto de “doble materialidad” en las leyes de presentación de informes de la Unión Europea y abogó por una financiación estable para el Consejo de Normas Internacionales de Contabilidad (IASB). Además, la SEC podría reconsiderar su decisión de 2007 de permitir las Normas Internacionales de Información Financiera (IFRS) sin conciliación con los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados de EE. UU. (US GAAP) si persisten los problemas de financiación.
Un punto culminante de su discurso fue la incursión en el impacto de la inteligencia artificial (IA) en los mercados financieros. Atkins anticipó un cambio fundamental hacia las “finanzas agentivas”, un paradigma donde sistemas autónomos de IA ejecutarán operaciones, asignarán capital y gestionarán riesgos a velocidades inalcanzables para los humanos, con el cumplimiento regulatorio directamente incrustado en su código. Estos sistemas prometen mercados más rápidos, eficientes y accesibles, abriendo estrategias avanzadas a un espectro más amplio de inversores. La combinación de la IA con la infraestructura blockchain tiene el potencial de empoderar a los individuos, aumentar la competencia y generar un nuevo crecimiento económico.
Equilibrio entre innovación y protección del inversor
Atkins concluyó su intervención con una advertencia prudente. Subrayó la necesidad de que los reguladores establezcan “barreras de sentido común” sin ceder al miedo o a una sobrerreacción. Reafirmó que los mercados de capitales on-chain y las finanzas impulsadas por IA son realidades inminentes y que Estados Unidos debe asumir un papel de liderazgo para asegurar que la próxima ola de innovación financiera florezca en el país.
El desafío, según Atkins, radica en mantener un equilibrio delicado entre fomentar la innovación y garantizar una sólida protección para los inversores. Concluyó con la firme convicción de que los mercados estadounidenses deben liderar la próxima revolución financiera global, en lugar de observarla desde la distancia.