Innovación financiera en Europa: Consorcio bancario lidera stablecoin en euros
Un influyente grupo de nueve bancos europeos ha anunciado la creación de un consorcio para desarrollar y emitir una stablecoin denominada en euros. Esta iniciativa, que busca revolucionar los pagos digitales en el continente, operará bajo el marco regulatorio del Reglamento de Mercados de Criptoactivos (MiCA) de la Unión Europea, marcando un hito significativo en la convergencia de las finanzas tradicionales y la tecnología blockchain.
Entre las instituciones financieras que integran este proyecto se encuentran destacadas entidades como ING, UniCredit, CaixaBank, KBC, Danske Bank, DekaBank, Banca Sella, SEB y Raiffeisen Bank International. Su unión estratégica subraya el creciente interés del sector bancario convencional por explorar nuevas fronteras en el ecosistema de los activos digitales, especialmente ante la necesidad de ofrecer soluciones de pago más eficientes y competitivas.
Estructura y cronograma: Hacia un lanzamiento en 2026
El consorcio ha establecido una empresa con sede en los Países Bajos, la cual asumirá la responsabilidad de solicitar la licencia de dinero electrónico pertinente. Esta licencia será supervisada por el Banco Central de los Países Bajos, garantizando el cumplimiento de los estrictos estándares regulatorios europeos. Se prevé que la stablecoin vea la luz en la segunda mitad de 2026, supeditada a la obtención de las aprobaciones regulatorias necesarias y al nombramiento de un director ejecutivo que lidere el proyecto.
La hoja de ruta para la implementación de esta stablecoin contempla la provisión de funcionalidades avanzadas, tales como transacciones en tiempo real y a bajo costo, capacidad para pagos transfronterizos operativos las 24 horas del día, los 7 días de la semana, liquidación programable y su aplicación en la gestión de cadenas de suministro y activos digitales. Adicionalmente, se espera que los bancos participantes ofrezcan servicios complementarios, incluyendo soluciones de monederos digitales y custodia de activos.
Objetivos estratégicos y contexto regulatorio
La ambición principal de este consorcio es establecer una alternativa europea sólida a las stablecoins ancladas al dólar estadounidense, las cuales actualmente dominan más del 99% del mercado global. Esta preponderancia de tokens extranjeros ha generado preocupación entre los reguladores europeos, quienes advierten sobre el potencial riesgo de socavar la estabilidad y la soberanía monetaria del euro.
El Banco Central Europeo (BCE) ha expresado su inquietud respecto a la posible flexibilidad excesiva que MiCA podría ofrecer a ciertos emisores, mientras que, al mismo tiempo, la Comisión Europea ha insinuado una posible flexibilización de las normativas. Este escenario genera una dinámica tensa entre las instituciones, que buscan equilibrar la innovación con la protección de la estabilidad financiera.
Altos funcionarios de la Unión Europea han reiterado en diversas ocasiones que el descontrolado avance de tokens vinculados a divisas no europeas podría tener repercusiones negativas significativas en la paridad y solidez del euro. En este sentido, la iniciativa de los nueve bancos se alinea con una visión estratégica más amplia de fortalecer el ecosistema financiero digital europeo.
El panorama competitivo y la situación actual de las stablecoins en euros
El mercado de stablecoins en euros, aunque incipiente, ya muestra un nivel creciente de competencia. Empresas como Forge de Société Générale han lanzado sus propias stablecoins en euros en plataformas como Stellar, e incluso han listado tokens vinculados al dólar en mercados europeos, evidenciando el dinamismo del sector.
Según datos recientes de CoinGecko, el mercado de stablecoins en euros aún se encuentra fragmentado y con una capitalización modesta. Actualmente, EURC lidera con un 47% de la cuota, seguido por STASIS EURO con un 26% y CoinVertible con un 9%. La capitalización conjunta de estas stablecoins se mantiene por debajo de los 350 millones de euros, una cifra considerablemente inferior en comparación con sus homólogas vinculadas al dólar. Esto resalta la magnitud del desafío que enfrenta el nuevo consorcio para ganar tracción y escala.
Expertos en el campo han señalado que, si bien MiCA representa un marco prometedor, aún presenta deficiencias, especialmente en aspectos relacionados con la emisión transfronteriza, lo que complejiza la operativa de las stablecoins a nivel pan-europeo. A pesar del surgimiento de nuevos proyectos, un análisis de BeInCrypto reconfirmó que las stablecoins denominadas en euros continúan siendo marginales en el panorama financiero global.
La visión del Banco Central Europeo y la necesidad de un euro digital
Jürgen Schaaf, asesor principal del BCE, ha enfatizado en un blog institucional que la ausencia de una respuesta estratégica robusta por parte de Europa podría erosionar su soberanía monetaria y la estabilidad financiera. No obstante, también ha destacado que esta coyuntura representa una oportunidad única para que el euro emerja más fortalecido en la era digital.
Christine Lagarde, presidenta del BCE, ha abogado por una supervisión más rigurosa sobre los emisores de stablecoins no pertenecientes a la UE. Esta postura se vincula directamente con el ímpetu de Europa por desarrollar un euro digital propio, en un contexto donde Estados Unidos avanza con su legislación GENIUS Act. La estandarización y la infraestructura de pagos digitales son cruciales para el futuro financiero denominado en euros, como bien señaló Floris Lugt de ING, recalcando la importancia de la colaboración y la adopción de estándares industriales unificados.