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SWIFT y Ripple: la carrera por la interoperabilidad global en pagos

En el cambiante panorama de las finanzas globales, dos gigantes están definiendo el futuro de los pagos transfronterizos: SWIFT y Ripple. Recientemente, SWIFT, el sistema de mensajería financiera mundial, ha revelado sus estrategias para adoptar el estándar ISO 20022 y explorar la integración de la tecnología blockchain.

Este anuncio cobra especial relevancia en un contexto de creciente competencia con Ripple, una empresa que ya utiliza su criptomoneda XRP como puente para sus soluciones de pago. A diferencia de Ripple, SWIFT ha declarado explícitamente que no tiene planes de lanzar un token propio, diferenciando así su enfoque en la modernización de la infraestructura existente.

La visión de SWIFT: ISO 20022 y la apertura de nuevas posibilidades

Un ejecutivo de SWIFT detalló en un video, difundido por el comentarista cripto John Squire en la plataforma X, cómo la compañía integrará el formato de datos ISO 20022 en sus servicios de pago. Esta adopción no es meramente técnica; representa una oportunidad estratégica para que las instituciones bancarias desarrollen y ofrezcan productos y servicios de valor añadido a sus clientes. La implementación de ISO 20022 estandariza la comunicación de datos financieros, permitiendo un mayor nivel de detalle y eficiencia en las transacciones.

La ejecutiva subrayó que una de las mayores ventajas de la nueva plataforma de SWIFT residirá en su capacidad de integración con diversas redes, “rails” de pago y terceros. Gracias al formato ISO 20022 y a una avanzada orquestación de transacciones, SWIFT busca lograr una interoperabilidad sin precedentes. Esto implica la posibilidad de conectar con cualquier red de criptomonedas a través de un único marco centralizado, sin necesidad de adoptar una red particular o un token específico, a diferencia del modelo de Ripple con XRP y el XRP Ledger (XRPL).

Esta estrategia, según Squire, sugiere que SWIFT busca evitar una competencia directa con ecosistemas ya establecidos como el XRPL. En lugar de desarrollar una solución propietaria de token, SWIFT opta por una infraestructura flexible que pueda interactuar con el amplio espectro de innovaciones en el sector.

Interoperabilidad: el futuro de los pagos globales

El consenso creciente en la industria apunta a la interoperabilidad como el pilar fundamental del futuro de los pagos. Más allá de la competencia entre empresas, la coexistencia y colaboración entre diversas redes y tecnologías se presenta como el camino hacia un sistema financiero verdaderamente global y eficiente. Esto podría mitigar ciertas expectativas sobre el dominio exclusivo de soluciones como XRP en las transacciones globales, sugiriendo que múltiples actores tendrán un rol esencial.

Es relevante destacar que, mientras SWIFT avanza en su modernización, Ripple también está profundamente inmersa en el desarrollo de la interoperabilidad de su red de pagos, con el objetivo de consolidar su posición en el mercado. El validador del XRPL, Vet, ha señalado con anterioridad la estrategia de Ripple en este sentido. La adquisición de la plataforma de stablecoins Rail por parte de Ripple es un ejemplo claro, ya que Rail soporta sistemas de pago fundamentales como SEPA, FedWire, ACH y, crucialmente, el propio SWIFT.

Además, Rail ofrece soporte para importantes redes de capa 1, incluyendo Bitcoin, Ethereum, Tron y Solana. Vet anticipa que el XRP Ledger se unirá pronto a esta lista, lo que permitiría que pares como XRP/USD aprovechen estas infraestructuras de pago existentes.

La expansión del ecosistema de Ripple: stablecoins y nuevas redes

La búsqueda de interoperabilidad de Ripple se extiende a sus iniciativas de stablecoins. Su stablecoin RLUSD, por ejemplo, ya está disponible en la red de Ethereum y en XRPL, con planes de integración futura en la red de Cardano. Estas stablecoins representan un componente estratégico en las soluciones de pago de Ripple, facilitando transacciones más rápidas y económicas a nivel global.

La competencia entre SWIFT y Ripple no es un mero enfrentamiento entre tecnologías, sino una convergencia de visiones sobre cómo se realizarán los pagos transfronterizos en la era digital. Ambas entidades buscan la eficiencia y la reducción de costos, pero abordan la solución desde perspectivas diferentes: SWIFT desde la modernización de su infraestructura y la apertura a diversas tecnologías, y Ripple desde la creación de un ecosistema que utiliza XRP como un activo puente y que se conecta activamente con otras redes establecidas.

Al momento de la redacción, el precio de XRP se sitúa en torno a los $0.49, reflejando las dinámicas actuales del mercado de criptoactivos, según datos de CoinMarketCap.

Impacto en el sistema financiero global

La adopción del estándar ISO 20022 por parte de SWIFT representa un paso significativo hacia una mayor transparencia y eficiencia en los mensajes financieros. Este estándar permite una transmisión de datos más rica y estructurada, lo que es crucial para la lucha contra el lavado de dinero y la mejora de la trazabilidad de las transacciones. Para los bancos, esto se traduce en una reducción de errores operativos y una mayor automatización de procesos, permitiendo redirigir recursos hacia la innovación de servicios al cliente.

Por otro lado, la estrategia de interoperabilidad de Ripple con su XRP Ledger y las stablecoins como RLUSD busca directamente desafiar el modelo tradicional de corresponsalía bancaria. Al permitir transacciones casi instantáneas y a bajo costo, Ripple apunta a democratizar el acceso a los servicios de pagos globales, especialmente en mercados emergentes donde las comisiones y los tiempos de liquidación pueden ser prohibitivos.

El futuro de los pagos transfronterizos probablemente no estará dominado por una única solución, sino por una red interconectada de sistemas que aprovechen las fortalezas de diferentes tecnologías. La colaboración y la estandarización, como la impulsada por ISO 20022, serán clave para construir un ecosistema financiero más robusto y accesible para todos.